Ruido

Ruido, ruido y ruido’.
Ruido. Ruido. Ruido. Ruido. Es lo que se escucha, se siente, se ve, se lee, se percibe. Cualquiera es hoy el tema de moda y todo parece ameritar nuestra atención. Hay narrativas de lo más descabelladas que parecen guiar nuestro día a día. Están en el corazón del concepto mismo de diversidad, que es en sí mismo un tema.
Derechos de la naturaleza, derechos de los animales, ayudas del Estado, ayudas al Estado, guerra en Ucrania, el Mundial, violencia, el narco, Bad Bunny, calentamiento global, crisis económica, la inflación, la lista es obviamente infinita (curiosamente si procuro encontrar en Google las principales búsquedas en Ecuador prácticamente todo es fútbol).
Atrás de cada tema hay gente y hay intereses y hay más o menos legitimidad. Y en algunos casos se presentan los temas de manera conflictiva y por oposición a otros temas. Vemos que debates tan mundanos como la sexualidad se convierten en cuestiones religiosas. Surgen identidades y las preferencias se convierten en fuente de diferencia de activismo a veces contencioso. Todo parece ‘woke’ en potencia.
En medio de esa avalancha de información y de activismos debemos navegar. En medio del tira y jala hasta posiciones se van tomando. El mundo parece volverse incluso partidista. Entonces la tarea es desenmarañar la señal del ruido. Identificar cuáles son verdaderamente temas y cuáles son la última novelería.
¿Es la crisis institucional un gran tema? ¿O los temas son tal juicio político, tal proceso de designación, el colapso de una obra pública mal construida por la corrupción, o tal o cual otro escandalillo?
¿A nivel global? ¿Es la paz mundial? ¿Es la sostenibilidad? ¿Es el agua? ¿Son los objetivos del milenio?
En el trajín de hoy en día es muy fácil perderse entre todos los nuevos temas y escándalos. El nivel de crispación es casi total. Siempre hay algo nuevo, siempre hay en qué distraerse -para eso el ‘zapping’ y el ‘scrolling’-.
¡Qué difícil detenerse y pensar qué cosas son las de fondo, las que van cambiando en silencio nuestro mundo!