Joaquín Hernández: Más allá del horror

Es necesario pensar, por intolerable e incomprensible que parezca una acción tan despiadada, sobre las consecuencias que implica
Es muy probable que cuando este artículo aparezca el día lunes 16 de octubre, el ejército de Israel haya iniciado su ataque terrestre a Gaza. Desde el 7 octubre hemos estado presentes, por la tecnología de las comunicaciones, ante horrores sin nombre, crueldades sin límite, cometidas por grupos de combatientes del movimiento Hamás, contra indefensos civiles israelitas, sin distinción de edad, sexo o condición. Terrorismo en el más puro estilo.
Sorprendido, el ejército de Israel reaccionó rápidamente y comenzó la lucha a lo largo de la frontera de Gaza con toda dureza y determinación. Algo así como lo ocurrido cincuenta años atrás en la invasión del Yom Kipur, en que Israel, igualmente sorprendido, convirtió en victoria el fracaso inicial, aunque políticamente costó su cargo a la primera ministra Golda Meir.
Es necesario pensar, por intolerable e incomprensible que parezca una acción tan despiadada, sobre las consecuencias que implica. Baste decir que en menos de tres años buena parte del mundo está en guerra: la de Ucrania, regional, con escalada mundial, y ahora, la de Israel en Gaza, focalizada hasta ahora en sus fronteras.
La primera es la solución político-diplomática al conflicto de Palestina. Hasta el ataque terrorista del 7 de octubre, era muy posible el establecimiento de relaciones entre Arabia Saudita e Israel que terminaría de romper el cerco político militar de este último, conforme a la estrategia diseñada en los Acuerdos Abraham. El 15 de septiembre de 2020, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, junto con Sudán y Marruecos normalizaron relaciones con Israel. Si se lograba con Arabia Saudita, se habría alcanzado el ‘acuerdo del siglo’ para la estabilidad de esta atormentada región.
El ataque del 7 de octubre dinamitó el acuerdo para la pacificación de la región. Si bien ni los demás países árabes, ni siquiera movimientos como Hizbulah, se han unido en una guerra santa contra Israel y los EE. UU., los odios y sufrimientos causados excluyen reconciliaciones. Irán sigue siendo el gran jugador que espera el momento oportuno.
Lo que suceda en Gaza en estos próximos días definirá si estalla un conflicto regional. Al revés de lo que señalaba Yuval Harari, han vuelto a Oriente Medio los cuatro jinetes del Apocalipsis, que utilizan ahora la inteligencia artificial.