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Joaquín Hernández: Apocalipsis a plazos

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O quizás sí, y los presagios de empates técnicos no sean sino una forma de mantener la atención en los días anteriores a la elección

No es seguro que cuando se publique esta columna el lunes 20 de noviembre se sepan los resultados definitivos de las elecciones de segunda vuelta en Argentina. O quizás sí, y los presagios de empates técnicos no sean sino una forma de mantener la atención en los días anteriores a la elección. Todo puede pasar. Y los presagios de Apocalipsis por venir, sobre todo si Milei gana, abundan.

En este ambiente de juicio final, contrasta la opinión de Jaime Durán Barba en su artículo publicado la semana pasada en Perfil de Buenos Aires. Primero, Durán hace una aguda observación: “De Argentina no emigran los pobres, sino los jóvenes de clase media que quieren mejorar sus condiciones de vida, quieren progresar”. Y ello es así: en las ciudades sudamericanas las masivas olas de inmigrantes que se acomodan de cualquier manera en lugares públicos no son argentinos. Durán es irónico, la ironía es una manifestación de alta cultura, así no lo hayan dicho Adorno ni Horkheimer en su célebre obra: “Me encanta estar en una ciudad en la que somos tan exagerados para criticar lo que ocurre, mientras cultivamos egos más grandes que las Torres Gemelas”.

En otras palabras, no es tan fiero el león cuando sale de la jaula. Massa, en caso de ganar, querrá ser el mejor presidente. Ello significa para Durán, que no seguirá las huellas de Alberto Fernández, de quien hoy es su ministro de Economía, ni tampoco del kirchnerismo que está agotado. Massa es capaz de otra reinvención del peronismo, esta vez dejando atrás el populismo: “Massa cierra una campaña quirúrgica alejado de la liturgia peronista”, titulaba El País de Madrid.

En cuanto a Milei, si gana, argumentando en la línea de Durán Barba, es muy posible que abandone el personaje que le permitió llegar a donde ha llegado y que de otra forma no lo hubiese logrado, y navegue en un mar encrespado, pero navegue. Quien lo dude, vea el video de su cierre de campaña en Córdoba, cuando al lado de Agustín Laje y legisladores electos, Patricia Bullrich nada menos, pronuncia la frase consagratoria: “Javier, te tocó el turno”.

En cualquier caso, Durán considera que ninguno de los candidatos optará, si gana, por no escuchar a la otra mitad del país que no votó por él. ¿El Apocalipsis puede dilatarse en Argentina?