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“Busquen refugio hasta nuevo aviso”

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¿Qué está sucediendo en esta escalada de violencia y de terror que marque la diferencia con otras que azotan al país?

El titular de este artículo está entre comillas porque es cita de la recomendación que se hizo la semana pasada al personal del consulado de los EE. UU. en Guadalajara, México, tras la noche de violencia ocurrida por el ataque en la capital del estado de Jalisco por parte del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según refiere Elías Camhaj en diario El País, de Madrid. En realidad, Camhaj habla de “noche de terror” para describir lo sucedido. Los miembros de CJNG bloquearon carreteras del estado, incendiaron negocios, camiones, automóviles. Igual sucedió en el vecino estado de Guanajuato. En Tijuana los narcos fueron los que impusieron toque de queda a la población mientras en Ciudad Juárez murieron 11 personas. Horas antes, el embajador de los EE.UU. en México, Ken Salazar, había estado en Colima en una conferencia con empresarios, donde dejó en claro que “es tiempo de resultados en seguridad en México. La gente tiene derecho a vivir en México”.

¿Qué está sucediendo en esta escalada de violencia y de terror que marque la diferencia con otras que azotan al país? El gobierno del presidente López Obrador ha dado la explicación de que se trata de guerras entre los carteles por control de territorio o por represalias contra los que delatan la ruta de tránsito de la droga. Sin embargo, los sucesos de la semana pasada fueron en represalia por la captura o intento de captura de líderes de los carteles. Lo que se está viviendo en México es algo distinto. Es, como señala la periodista Elena Reina en El País, hay un mensaje que se está enviando más allá de las propias víctimas. “Es una declaración de poder dirigida al Estado mexicano y a su población, un recordatorio de quién manda”.

El gobierno del presidente López Obrador tenía otra lectura de lo sucedido. Era la reacción ante el éxito de la estrategia de las instituciones de seguridad. Por supuesto, sacar militares a las calles cuando se llega a esta situación, sea cual sea su lectura, no sirve para mucho. Sí importa eso sí, tener claro quiénes son los adversarios, qué pretenden y su extraordinario poder que no es de fuego o de dinero sino de inteligencia, organización y tecnología.