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La zozobra del presente

Avatar del Joaquín Hernández

Pero lo más importante está por suceder, cuando la Convención someta a la ciudadanía al proyecto de nueva constitución que, si se aprueba, traerá una enorme desestabilización institucional y social

No creo que haya sido mero azar que durante una visita académica a Santiago de Chile, haya encontrado como novedad en la librería Ulises, del antiguo barrio Lastarria, un libro de editorial Acantilado, titulado: Nietzsche, la zozobra del presente, del filósofo Dorian Astor.

El Santiago que he visto no es el que había conocido en viajes anteriores. En el centro de la ciudad están registradas las batallas callejeras libradas desde 2019 hasta el presente, en los grafiti, destrucciones, ralladuras e incluso la destrucción de la anterior plaza Baquedano, hoy rebautizada "De la dignidad", de donde tuvo que ser sacada la estatua del general, héroe de la Guerra del Pacífico. Pero lo más importante está por suceder, cuando la Convención someta a la ciudadanía al proyecto de nueva constitución que, si se aprueba, traerá una enorme desestabilización institucional y social.

Mientas, el nuevo gobierno de Gabriel Boric comienza a perder rápidamente aprobación ciudadana, enredado en las ofertas de campaña y la difícil situación económica que ha ido creciendo desde la explosión de 2019.

La seguridad también es otra de las víctimas del actual estado de cosas, sin llegar todavía, y ojalá que no, a la situación de países como el Ecuador.

El mundo está en zozobra. En la frontera de Europa, la guerra entre Ucrania y Rusia continúa y aumenta la pérdida de vidas humanas, relaciones y bienes, producidos por esta guerra que nunca debió haberse dado. Sin llegar a los extremos de una guerra atómica, la guerra ha mostrado para Europa y en el mundo occidental, la pérdida de las seguridades vigentes desde 1948.

Aquí está precisamente la zozobra: de repente, intempestivamente como diría Nietzsche, saltó la pandemia y ahora la guerra. Con su acontecer han roto la continuidad de nuestra conciencia como modernos que se creían a salvo de azares como los que se han vivido en estos últimos tres años. El mundo, que parecía una flecha tensa hacia un presente avizorado, de repente, se encuentra dando círculos de los que creía haber salido.