¿Qué esconden?

"No es creíble que el ministro de Salud, al asumir su nuevo cargo, por sí y ante sí, tome la decisión personal de no entregar las listas a la Fiscalía"
El país inició la campaña de vacunación masiva en enero del presente año. Hasta la fecha de escribir esta columna han transcurrido escasamente sesenta días, sin embargo, tal como se dan los actos de este gobierno, han ocurrido infinidad de hechos que solo demuestran el alto nivel de corrupción y el bajo grado de valores de ciertos funcionarios públicos.
El manejo de la vacunación, por parte del exministro de Salud fue por decir lo menos, indecoroso, a tal grado que la Asamblea Nacional, en su desprestigio, sintió que tenía derecho a solicitar su destitución, la que también fue solicitada por el defensor del pueblo.
La Fiscalía, por su parte, encontró motivos para iniciar una investigación contra su actuación y solicita la lista de vacunados. Ante tal presión, el ministro Zevallos presenta la renuncia al cargo y esa misma noche sale del país con destino a Miami. Con la salida del exministro empieza otra novela: nada menos que el presidente de la República justifica su salida del país, declarando de manera pública que es una acción necesaria, considerando la escasa credibilidad en la justicia del país.
En este proceso existe tráfico de influencias y compadrazgo político, así como el imperio de una ideología de izquierda, que aplica la estrategia de impedir que los líderes de otras tendencias, como la alcaldesa de Guayaquil, crezcan políticamente si logran realizar una aceptable campaña de vacunación. Esperemos que gane las elecciones un gobierno que sí comparta la responsabilidad, en bien de los ecuatorianos.
Finalmente, el nuevo ministro de Salud (ya renunciado), a pesar de tener orden judicial, se niega a entregar la lista de los vacunados, de tal manera que la Fiscalía tiene la obligación de allanar las oficinas del Ministerio de Salud y un hospital, para incautar computadoras que contengan las verdaderas listas de los favorecidos. No es creíble que el ministro de Salud, al asumir su nuevo cargo, por sí y ante sí, tome la decisión personal de no entregar las listas a la Fiscalía. La pregunta es: ¿qué poder superior le ordenó que se esconda esa información y por qué? ¿Qué esconden...? ¡Esconden la vergüenza!