Jorge Jalil: Por el bien de todos

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Los acuerdos están bien si son públicos y además necesarios para que Ecuador cambie y sane, al fin, por el bien de todos

Pongo este título con pleno conocimiento de que la frase fue utilizada por un partido político en las últimas elecciones para promocionar una candidatura. Sin embargo, ya cerrando el año y pasando unas fiestas que a muchos de nosotros nos llevan a evaluar lo que pasó, nuestras acciones, la situación del país, el Ecuador que estamos cosechando para nuestros hijos, veo con preocupación personas que desde que asumió el presidente Noboa le apuestan a que fracase: “es muy joven”, “no tiene experiencia política”, dicen. Más allá de que no se le ha dado ni siquiera mayor tiempo para actuar (y aun así logró aprobar rápidamente su primera ley económica urgente), de que se ve un accionar distinto de la Policía ahora que cuenta con un claro apoyo político por parte del Ministerio del Interior, hablemos de lo que se le critica.

Me parece incomprensible que critiquemos la ausencia de ciertas características al presidente que a la gran mayoría de expresidentes no les sirvió absolutamente de nada. Ni ser mayor a la hora de asumir el poder, ni contar con amplia experiencia política. Si algo nos ha dejado claro el historial democrático del Ecuador es que esto no es garantía de nada; más bien, la gente votó por el candidato que no marcaba ninguno de esos casilleros.

Se han logrado poner de acuerdo las fuerzas políticas con más representación del país para trabajar con el presidente (que además es colegislador) en mejorar el país que tenemos, este país que tanto amamos y vemos cómo está en pedazos.

En el caso particular de Construye, a mí me gustaría saber si no votaron por la ley propuesta por el presidente Noboa por su contenido o sencillamente porque no querían votar igual que otra fuerza política. Si es así, dudo que quienes confiaron en ellos lo hicieron para que ese tipo de cosas motiven sus votos.

No permitamos que ser antialgo nos convierta en un obstáculo para que las fuerzas del bien nos empujen hacia un futuro mejor.

Los acuerdos están bien si son públicos y además necesarios para que Ecuador cambie y sane, al fin, por el bien de todos.