Jorge Luis Jalil | Apolítico
Pongámonos de acuerdo en que siempre lo podemos hacer mejor.
No solo en Ecuador sino en gran parte del mundo, tendemos a politizar temas que no deberían estar sujetos a análisis políticos sino objetivos.
Si bien a priori esto podría aplicarse a muchos de los temas que se manejan en la política, hoy me voy a referir a uno que en Ecuador es el que nos quita el sueño y que si no se resuelve, no va a permitir a ninguno de los otros aspectos socioeconómicos recuperarse: la seguridad.
¿Qué puede tener de político que el año pasado superamos las siete mil muertes violentas? No existe tinte ideológico aceptable que se pueda aplicar a las medidas que necesitamos tomar para salir de esta grave crisis. La mano dura no es de izquierda ni de derecha, la intolerancia a la corrupción no es progresista ni capitalista, y la independencia del sistema de justicia no debería distinguir entre socialismo y liberalismo.
El más claro y reciente ejemplo de cómo ciertos temas deberían escapar de las taras ideológicas es la posición que ha tomado el gobierno de Gabriel Bóric en Chile frente a los abusos de la dictadura venezolana, ya que como podrán inferir, otro tema que debería estar libre de politiquería es la democracia, y esta se refleja en elecciones libres y transparentes.
En Ecuador los candidatos a la presidencia deberían sentarse en una mesa y ponerse de acuerdo en las medidas objetivamente más efectivas para el combate a la inseguridad, como incrementar el control en las fronteras y revisar quién entra y sale de nuestro país.
Esto se podría lograr en una nación donde temas como este no se manejen como moneda de cambio. Lamentablemente, seguro existen varios candidatos que quieren que la situación empeore en este gobierno (no solo la de seguridad) para poder capitalizar el sufrimiento de una población ya golpeada y transformar su inconformidad en votos.
Pongámonos de acuerdo en que siempre lo podemos hacer mejor. La tarea del gobierno debe ser comunicar lo logrado y ahondar en los siguientes pasos, mientras que las demás fuerzas políticas deberán exponer si hicieran algo diferente, por qué y qué resultados cuantificables se esperan.