Premium

Jorge Jalil: ¿Los más malcriaditos?

Avatar del Jorge Jalil

De alguna forma u otra creo que en Ecuador nos han malcriado creyendo que es deber del Estado solucionar todo

En más de una ocasión he escuchado que el Ecuador es ingobernable, que independientemente de las decisiones que se tomen habrá grupos presionando para que el gobierno no solo fracase, sino que no llegue a cumplir su término. Y es que en Ecuador durante mucho tiempo se nos hizo costumbre ver pasar un presidente tras otro, a pesar de que su elección popular haya sido legítima.

De alguna forma u otra creo que en Ecuador nos han malcriado creyendo que es deber del Estado solucionar todo y que existe una deuda histórica de los que más tienen con el fisco (ni siquiera con quienes más lo necesitan, porque a sus manos no llega la tan pregonada ‘redistribución de la riqueza’). Nos malacostumbraron con el IVA (o su equivalente) más bajo de la región (solo más alto que el de Paraguay); Uruguay tiene uno de 22 %, Argentina el 21 %, Chile el 19 %, Perú el 18 % y Brasil el 17 %. Ojo, no quiero decir que este es el único indicador, ni que una vez culminado el conflicto armado interno no deba revisarse, solo me parece adecuado hacer una comparación con nuestros vecinos.

En esa línea de pensamiento quiero resaltar dos indicadores más: la carga tributaria, es decir el valor pagado en impuestos, versus las ganancias de las empresas, que en Ecuador está por debajo del 40 %; en países como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia y México, ¡este indicador supera el 50 %!

Finalmente y este siempre será un tema sensible, el valor de la gasolina. No nos quedemos en dólares o en precios, enfoquémonos en el valor del galón de gasolina en relación al salario básico: en Ecuador un galón de gasolina representa el 0,91 % de un salario básico; en Argentina, Chile y Uruguay es más del 1 % y en Perú es de 1,64 %.

Sin duda en Ecuador nos hemos acostumbrado a que tenemos derecho a ciertas cosas que, comparándonos con otros países de la región no son más que excesos, pero como decía al principio, en Ecuador nos acostumbramos a desestabilizar gobiernos por cualquier descontento. ¡Sí que somos malcriaditos!