Jorge Jalil: Pisco vs. encebollado
La receta no es imposible y necesita de mano firme en la toma de decisiones
¿Por qué a Perú le ha ido mejor que a Ecuador? En ambos países la política ha sido caótica, con varios presidentes pasando por el poder, con ministros que no duran en sus cargos y congresos que en muchos casos se dedican a la oposición. Quiero hablarles de las razones que considero pueden explicarlo.
Primero, políticas económicas destinadas a la generación de riqueza. El nivel de involucramiento de gremios empresariales en Perú sobre el manejo de las políticas económicas ha contribuido a que las mismas sean amigables a que el desarrollo económico sea sostenido y no dependa del gobierno de turno. En Ecuador en cambio, hemos dejado completamente en manos del poder político las decisiones de política económica e incluso monetaria, causando por lo menos que no hasta hace mucho las decisiones que afectan el comercio las tomen en su mayoría personas que nunca han generado empleo.
Segundo, diversificación económica. Si bien en Perú también se produce petróleo, el sector minero representa más o menos el 60 % de las exportaciones totales y aún teniendo este sector tan desarrollado, se han preocupado de desarrollar otros sectores de la economía, como el agrícola o textil, o incluso el turismo. En Ecuador, según el ente competente, el petróleo ha significado un 50 % de las exportaciones totales del país.
Finalmente, instituciones sólidas. A nivel latinoamericano, sufrimos de las consecuencias de que muchos gobernantes de turno piensen que organismos técnicos son parte de la ‘mermelada’ (como le dicen en Colombia) que se deben repartir entre simpatizantes, cuando hay instituciones tan necesariamente apolíticas como el banco central o la junta de política y regulación monetaria y financiera, que definen el camino a seguir de la actividad económica de un país y que no aguantan ser lideradas por políticos.
La receta no es imposible y necesita de mano firme en la toma de decisiones. Más allá de si nos gusta el gobierno actual, la realidad es que para salir de esta crisis necesitamos decisiones que vayan orientadas a promocionar el comercio y solo así, mejorar la calidad de vida de la gente.