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Jorge Jalil: ‘Trumpamania’

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Como decía mi abuelo: los votos se cuentan después. Desde acá, los mejores deseos para ese gran país

Era miércoles por la mañana y Donald Trump oficialmente había superado los 270 votos electorales necesarios para convertirse en el presidente número 47 de los Estados Unidos.

Se siente reciente su gran derrota en el 2020, cuando Joe Biden logró el voto de la clase trabajadora que vio en él un campeón de los sindicatos, la clase media y la agenda ‘woke’, imponiéndose a un Donald Trump muy afectado por la pandemia.

El período de Joe Biden inició con una promesa de unidad, sin embargo, en su período la vida de los estadounidenses se vio afectada por un incremento de más del 20 % en los productos que compraban en los supermercados, un alto precio de la gasolina y una crisis migratoria donde se calcula que varios millones de personas lograron cruzar la frontera de forma ilegal a Estados Unidos en menos de cuatro años.

Empezando su campaña de reelección, el debate entre ambos dejó ver algo que se sospechaba hace un tiempo: Biden no estaba al 100 %. Luego del debate las élites del Partido Demócrata lograron que dé un paso al costado y lo reemplace quien es aún su compañera en la administración, la vicepresidente Kamala Harris.

Parece que su problema fue tener memoria corta. Kamala Harris fue precandidata a presidente por el Partido Demócrata el año que Biden ganó, fue de los candidatos peores votados y una de las primeras en retirarse de la carrera.

Por otro lado, teníamos un Trump lleno de energía y con una mucha mejor comunicación de sus ideas, que encontró aliados que muchos considerábamos sumamente improbables. Elon Musk, Robert Kennedy Jr., Tulsi Gabbard, Vivek Ramaswamy y más que se unieron a su campaña, comunicando adecuadamente lo que los unía: poner a Estados Unidos primero.

Los expertos hablaban de una elección sumamente apretada, quizás la más apretada de la historia pero la realidad es que Trump ganó tanto el voto total por tres millones aproximadamente, como en el colegio electoral 312 a 226. Como decía mi abuelo: los votos se cuentan después. Desde acá, los mejores deseos para ese gran país.