¿Con qué derecho?

Estos actores no analizan si la causa es interna, externa, dolosa, culposa, solo tienen un pliego de imposiciones (porque demandas no son)
Ya se cumplieron dos semanas del paro nacional convocado por la Conaie, la Fenocin y organizaciones afines. Empezó como una movilización pacífica, como siempre, en la que se protestaba por el alto costo de la vida, por la inseguridad agobiante que vivimos pero sobre todo, y esto es importante saberlo, por el precio de los combustibles.
Siempre me ha parecido curioso cómo los defensores de la Pachamama, que se oponen a la explotación de ciertos campos petroleros para evitar la contaminación de sus comunidades, están listos para tomarse las calles e incendiar el país cuándo los precios de la gasolina suben y como consecuencia se vuelve más difícil de conseguir. Más allá de eso, lo cierto es que vivimos a merced de la tranquilidad y conformidad de los grupos antes mencionados, con la situación que vive el país.
Estos actores no analizan si la causa es interna, externa, dolosa, culposa, solo tienen un pliego de imposiciones (porque demandas no son), y si el gobierno de turno no les cumple, la sociedad civil debe atenerse a las consecuencias.
Después de varios días de conflicto, vemos como la “protesta social” se transforma en chantaje sistemático. Si no cumples con nuestras exigencias, cerramos tus vías, saqueamos tus negocios, te obligamos a cerrar tu lugar de trabajo, impedimos el paso de alimentos y, si nos provoca, dejamos sin oxígeno medicinal a ciertas provincias del país.
El Gobierno ha intentado ceder, pero como les mencioné antes, esto hace mucho dejo de ser una negociación y se convirtió en una extorsión. Lamentablemente, los clamores populares justificados se empañaron de violencia y caos.
¿Con qué derecho le hacen esto al país? ¿Quién les dio patente de corso para decirnos cuándo podemos trabajar y cuándo no? En situaciones como esta es vital que la fuerza pública sienta nuestro apoyo, teniendo en cuenta que oponerse a los violentos no es favorecer al Gobierno, sino a la patria.