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Histeria colectiva

Avatar del Jorge Jalil

Mantengamos los ojos abiertos, seamos críticos y cuidemos nuestra libertad hasta las últimas consecuencias

Uno de los fenómenos más repetitivos a lo largo de la historia, en lo que a quienes ejercen el poder concierne, es el uso del miedo para lograr un mayor control sobre quienes gobiernan. Este fenómeno pasa cada vez que ocurre algo que tiene un posible impacto en nuestro modo de vida, nuestros principios, nuestro bienestar y el de los que queremos.

El tan ansiado efecto de la histeria colectiva es el abandono del ciudadano a muchas de sus libertades, entre ellas la de expresión, en función de su bienestar y el de la sociedad.

¿Por qué esta introducción? Resulta que en los últimos dos años nada más, ya se han presentado dos de los escenarios que el poder utiliza para generar temor: la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania. Si bien a lo largo de la historia hay muchos ejemplos, tomemos estos dos en honor al espacio con el que cuento.

Una vez que la verdad que durante tiempo nos ocultaron sobre el COVID-19 salió a la luz, muchos gobiernos sin saber que hacer recurrieron a las medidas más draconianas y extendidas de la historia moderna. Encierros, toques de queda, prohibición de aglomeraciones, etc. A medida que pasaba el tiempo y aprendíamos más del virus, se evidenció que muchas de estas medidas no eran eficientes o causaban más daño del que evitaban, pero al poder le costó muchísimo ceder, en casi todo el mundo. Se habían acostumbrado a mandar sobre la vida de todos, sin aceptar preguntas, sin cuestionamientos, sin rendir cuentas. Ahora que, gracias a Dios, el virus parece estar convirtiéndose en endémico, llegó como anillo al dedo otra catástrofe que nos pone en jaque: Rusia invadió Ucrania. Muchos dirán, ¿eso qué tiene que ver con la pandemia? La respuesta es que mucho, porque ahora esta será la fuente de temor, la culpable de nuestros males, la situación en la que existirán las verdades absolutas que eventualmente serán desmentidas, todo de acuerdo con el manual.

Mantengamos los ojos abiertos, seamos críticos y cuidemos nuestra libertad hasta las últimas consecuencias.