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¿Jueces constitucionales?

Avatar del Jorge Jalil

El problema también tiene mucho que ver con la cultura litigiosa que tenemos en este país

Desde que fui estudiante de derecho y tuve mis primeras clases de Constitucional, siempre me llamó la atención la supremacía de la que siempre se hablaba respecto de la Constitución en nuestro Estado constitucional de derechos y justicia.

Ya cuando estaba por terminar la carrera y empecé a acercarme a la práctica de la profesión, me llamó mucho la atención un fenómeno del que ya me habían hablado mis maestros (Oswaldo Rossi, Enrique Tamariz Baquerizo y Jorge Baquerizo Minuche) y es el control difuso de constitucionalidad que la Carta Magna de Montecristi establece. No tengo ningún ánimo de llenarlos de términos jurídicos sino más bien pretendo simplificarlo para exponer la problemática: en Ecuador, si bien la Corte Constitucional es la máxima intérprete de la Constitución, nuestro sistema de garantías le da la facultad a un juez de cualquier materia (en muchos casos son jueces multicompetentes que resuelven desde Familia hasta Inquilinato) para resolver sobre casos muy complejos que involucran derechos fundamentales, y eso genera lo que ya hemos visto en las noticias: ‘habeas corpus’ para condenados con sentencia en firme, acciones de protección para que A o B político se aferre a su cargo o para que uno de nuestros poderes del Estado no pueda discutir un tema en particular.

Lamentablemente, al hacer esto sentamos las bases para que el control sobre la constitucionalidad de un acto o un acto normativo queden a la deriva del criterio particular de un juez en cualquier parte del país.

Cualquier rama del derecho necesita de personas muy capacitadas para que decidan sobre las disputas que se le presentan, lo lógico es que lo mismo suceda con la materia constitucional.

Finalmente, el problema también tiene mucho que ver con la cultura litigiosa que tenemos en este país. Pretendemos resolver en las cortes todo, incluso cosas que muchas veces se pueden arreglar hablando.

Ya que el sistema que hoy existe, y ojalá se pueda cambiar algún día, da paso a varias interpretaciones sobre un tema en particular, no abusemos de las herramientas que la Constitución nos da para proteger algo tan vital como son nuestros derechos fundamentales.