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Como golondrinas

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¿Es tendencia o coincidencia que estos ‘fenómenos’ sucedan en la provincia de Los Ríos? ¿O más bien será que algo los hace proclives?

Los milagros judiciales no ocurren en cualquier parte. Parece que la magia o el misticismo de estos lugares migra.

Primero se vieron en Samborondón, luego en Manglaralto. Hoy ocurren con frecuencia en la provincia de Los Ríos. Últimamente, Babahoyo y Quevedo son los cantones ungidos por una suerte de ‘presencia suprema’ que ilumina a los judiciales de esos lugares y les permite, poco y más, convertir el agua en vino.

Dos ejemplos: hace unos meses una muy oficiosa jueza de Quevedo -contrariando lo que ya había resuelto la Corte Constitucional- dispuso una medida cautelar para suspender (nuevamente) la jurisdicción coactiva de la CFN, como parte de un tinglado para evitar el cobro de una de deuda millonaria de la compañía JIK S. A. Hoy, vemos que una acomedida jueza de Babahoyo, ‘revolcó’ al Consejo de la Judicatura (CJ) y ordenó restituir (con indemnización y disculpas) al cargo de jueza a Lorena “quieres probar mi poder” Collantes (sí, la del vestido naranja y el lenguaje florido).

 ¿Es tendencia o coincidencia que estos ‘fenómenos’ sucedan en la provincia de Los Ríos? ¿O más bien será que algo los hace proclives?

Dos cosas para el análisis: 1) El CJ hace presencia en territorio mediante directores provinciales. Son ellos los que ‘regentan’ la administración de justicia localmente. Su control o falta de control, se nota. Por lo tanto, sí que será importante quién está al frente, sobre todo para advertir estos nichos de corruptela y desarticularlos. 2) Los vocales del CJ también se dividen las responsabilidades y asumen el seguimiento de objetivos por provincias. Sí que importa, por lo tanto, qué vocal controla tal o cual territorio.

Entonces, ¿qué pasa en Los Ríos? ¿Quién lo (des) controla?

Esto lo debe responder el Pleno del CJ. Porque no cabe que aunque Guayas o Santa Elena ya no sean los epicentros de eso ‘milagritos’ -que en lugar de desterrarse- simplemente cambien de lugar, o lo que es peor, de padrino.

Más relevante se vuelve este soterrado manoseo a la administración de justicia cuando desde la Asamblea Nacional, un asambleísta del PSC, so pretexto de fiscalizar, pugna por remover -y hasta encarcelar- a la actual directora provincial del CJ en Guayas… ¿Para qué?