Juan Carlos Holguín: Luisa, ¡hasta la victoria de Maduro, siempre!

El pueblo es sabio y reconoce que lo de ella y Correa es: ¡con Maduro, siempre!
Un ejemplo del doble rasero con el que el correísmo maneja su discurso en los últimos años es su postura frente a la dictadura de Nicolás Maduro. Y una muestra de esa incoherencia se dio durante el último debate presidencial de segunda vuelta.
A la pregunta realizada por el presidente Noboa sobre si reconocerá al régimen de Maduro en caso de ser elegida, la candidata correísta manifestó, sin chistar, que sí. A renglón seguido, con cinismo, agregó que lo hacía para poder retornar a los venezolanos “que ingresaron al Ecuador de forma irregular y desordenada”.
Desde que empezó la dictadura chavista, continuada después por Maduro, más de ocho millones de venezolanos tuvieron que salir de su país, causando uno de los fenómenos migratorios más graves del mundo.
La crisis migratoria venezolana ha superado algunos fenómenos históricos globales y Ecuador es uno de los países que más ciudadanos de ese país ha recibido, especialmente porque durante la política de libre movilidad de Correa, no existían requisitos de ingreso al Ecuador.
Las propuestas que se hicieron desde 2020 de entregar una amnistía migratoria a los venezolanos que cumplan ciertos requisitos, entre ellos haber ingresado de forma legal por una frontera, es la manera correcta de regular una migración ordenada y segura. Fue una medida acertada para dar solución a un problema producido por el propio correísmo y por la dictadura a la que ellos apoyan.
Para el Grupo de Puebla, la exigencia de una actitud indulgente hacia los regímenes cubano y venezolano es una piedra angular. Sus miembros han tenido que balbucear respuestas o inventarse ridículas excusas, pues no atinan qué postura tener sobre el dictador que tanto defienden.
Es lo que pasó el día del debate con este nuevo ensayo de respuesta para justificar el reconocimiento a Maduro, a quien no pueden dejar de apoyar pues ha sido financista y receptor de muchos funcionarios y aliados prófugos de la década correísta. Por esta misma razón, Correa fue uno de los primeros en felicitar el fraude electoral de Maduro el año pasado y no hace mucho, la misma Luisa González manifestó que los venezolanos estaban regresando a su país “porque está mucho mejor que Ecuador”.
Ahora que el correísmo quiere descafeinar su relación con la dictadura de Maduro, vale la pena recordarles que el régimen venezolano se apoya en organizaciones paralelas no-estatales, bandas delictivas en prisiones y el crimen organizado. Es la fusión de la violencia del Estado, el control territorial y los grandes recursos que se originan en el tráfico de drogas y personas, la minería ilegal y el contrabando de gasolina, como lo explica el politólogo Héctor Schamis.
La semana pasada, con el afán de que no la vinculen con Cuba o Venezuela, la candidata correísta llegó a decir incluso que la famosa frase del Che Guevara, “hasta la victoria siempre”, nunca fue utilizada por Fidel Castro o Hugo Chávez, sino que la había inventado Eloy Alfaro.
Pensar que los ciudadanos son ignorantes y que no se darán cuenta de sus vínculos con los dictadores socialistas, pesará a la candidata correísta en los votos finales. El pueblo es sabio y reconoce que lo de ella y Correa es: ¡con Maduro, siempre!