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Sigue la guerra para largo

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El error que cometió la Unión Europea al no procurar ayudar a Ucrania para defender a Crimea lo envaneció y dispuso que la joya de la corona, Ucrania, debía incorporarse a Rusia en tan solo cuatro días

Los meses siguen pasando y el temido líder mundial Vladímir Putin empieza a demostrar que se equivocó cuando quiso ampliar su imperio y volver a recuperar los países que formaron la Unión Soviética. El error que cometió la Unión Europea al no procurar ayudar a Ucrania para defender a Crimea lo envaneció y dispuso que la joya de la corona, Ucrania, debía incorporarse a Rusia en tan solo cuatro días. Quizás en Occidente poco se sabía de este país, pero resultó que era bastante extenso, un granero de cereales, con gente trabajadora y que su presidente precavidamente se había armado, considerando que Putin trataría de apoderarse de su nación.

Las masacres cometidas al querer tomar la capital, Kiev, despertaron a la OTAN y empezó a llover la ayuda de los países en materia de armamentos, cohetes y más armas, de las cuales muchas se emplearon por primera ocasión. Hubo jerarcas que quisieron mediar, pero todo fracasaba pues Putin no quería ceder, con el pretexto de que Ucrania deseaba entrar en la OTAN y con ello Rusia quedaba, con sus fronteras en el Báltico, totalmente rodeada.

En los actuales momentos se discute la posibilidad de que se permita que la producción de granos de Ucrania, fundamental para la alimentación de muchos Estados, pueda salir de sus puertos; para ello hay que desminar parte de la ruta donde se va a navegar. La negociación para desbloquear el cereal ucraniano obligó a intervenir a Turquía y a la ONU, las cuales se reunieron con delegaciones técnicas y militares de Kiev y Moscú para tratar sobre el corredor naval en el mar Negro que permita la salida. La reunión concluyó con avances en cuestiones técnicas, como la creación de un centro de coordinación en Estambul.

El gobierno de Kiev estima que unos 20 millones de toneladas de cereal están bloqueadas en sus silos y han pedido una solución al problema para evitar una crisis alimentaria, ya que Ucrania es uno de los principales suministradores de este grano a nivel mundial. Turquía tiene una veintena de cargueros listos para ser enviados a los puertos ucranianos y ha ofrecido a sus fuerzas navales para escoltar a los buques.

Moscú ha cedido tras la recuperación de la Isla de las Serpientes por parte de Ucrania, porque desde allí es crucial controlar el tráfico marítimo en el mar Negro, ya que domina la desembocadura del Danubio. En esta ruta pueden navegar barcos de mayor tonelaje, lo cual abarataría el transporte del grano.

Esta guerra entre dos países está demostrando al mundo que en un momento determinado se puede involucrar toda la humanidad.