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Chile: entre la derecha y la izquierda

Avatar del Juan Faidutti

Con Piñera en el poder hubo levantamientos de comunistas (destruyeron buena parte del metro) y saqueos. Los carabineros se esforzaron para controlarlos sin atentar contra los derechos humanos. Tras ello se eligió a quienes hoy redactan una nueva Constitución. Ya se dio la primera vuelta de elecciones presidenciales y hasta ahora pasan a la segunda (que será el 19 de diciembre) José Antonio Kast, de derecha radical, y Gabriel Boric, izquierdista.

Kast (55 años), del Frente Social Cristiano, hijo de padres alemanes, es abogado y fundó el partido Republicano. Defiende el legado de Pinochet. Fue el candidato más votado. Con nueve hijos y cercano al movimiento católico Schoenstatt, llegó con la consigna de establecer “orden y progreso”. En la campaña suavizó su discurso al decir que no respalda las violaciones a los derechos humanos. En 2017, al visitar una cárcel donde permanecen condenados por crímenes de lesa humanidad, dijo estar a favor de otorgar indultos a quienes hayan cumplido parte de su condena y tengan edad avanzada. Forma parte de la Political Network Values, que defiende “la protección de la vida humana, el matrimonio, la familia y la libertad religiosa”. Algunos de los ejes de su programa son seguridad, economía y migración. Sobre la violencia en La Araucanía, es partidario de utilizar agentes encubiertos en la persecución de delitos terroristas y de mantener el actual sistema de ahorro individual de pensiones y mejorarlas postergando la edad de jubilación, reduciendo en lo posible la participación del Estado en la economía. “No queremos ser Venezuela y Cuba”, añadió, queriendo identificar a Boric con los proyectos de izquierda de esos países. “Libertad y democracia frente a comunismo”, dejó como eslogan para la segunda vuelta.

Boric (35 años) aspira a convertirse en el presidente más joven de Chile. Representa a la coalición Apruebo Dignidad (Frente Amplio y Partido Comunista) y entró en política como parte de un grupo de líderes estudiantiles que hace una década encabezó protestas demandando educación gratuita, libre y de calidad. Crítico de los gobiernos de centroizquierda que asumieron el mando del país tras el retorno a la democracia, es criticado por su falta de experiencia y por no tener un equipo técnico suficientemente preparado. Refleja las aspiraciones de quienes no se identifican con los sectores tradicionales. Propone cuatro grandes reformas: acceso garantizado universal a salud, un nuevo sistema de pensiones sin las administradoras de fondos, un sistema educativo público, gratuito y de calidad, y la conformación del primer gobierno ecologista de Chile.

Luego de estas elecciones, ¿podrá Chile seguir siendo uno de los países más avanzados de Latinoamérica?