Chile: lo que espera de Boric
En una segunda vuelta muy competida, Boric ganó la presidencia con bastante margen. En principio hubo desconcierto, pero por la madurez política de Chile, su sistema de gobierno y el respeto al verdadero sistema democrático, a los derechos humanos y a la libertad de prensa, será imposible que desaparezcan tantas conquistas. La situación económica ha sido muy bien llevada. El precio del cobre, su principal riqueza de exportación, se mantiene estable.
En los graves incidentes en su capital y ciudades cercanas en octubre 2019, pequeñas huestes comunistas indujeron a jóvenes descontentos a destruir estaciones del metro, incendiar y robar en grandes almacenes y supermercados. Las fuerzas de seguridad lograron que vuelva a la calma, con la promesa del presidente Piñera de convocar a la elaboración de una nueva constitución.
Se nota una enorme diferencia entre las zonas donde viven industriales y gente adinerada, y los barrios populares. Boric debe manejarla y preocuparse por el sistema educativo. Sus ambiciosos planes de gobierno responden a las demandas del estallido social de octubre de 2019, con medidas como aumentar impuestos a los más ricos y a las grandes empresas, terminar con el sistema actual de pensiones y transformar el sistema de salud para crear un Estado de bienestar. Mientras se elabora la nueva Constitución debe regirse por la de Pinochet, con la que gobernaron Bachelet, (extrema izquierda), el socialista Lagos, el socialcristiano Aylwin y Piñera.
La economía chilena ha sido manejada con mucho éxito. Escuelas, colegios y universidades son pagados, aunque se reparten muchas becas; existen escuelas y colegios gratuitos muy por debajo del nivel de los pagados, así la clase popular tiene que hacer un enorme esfuerzo para educar a sus hijos y que lleguen a la educación profesional.
Boric será el más joven presidente y llegó al poder como líder de un pacto entre el Frente Amplio, coalición de izquierda, y el Partido Comunista. Para vencer en el balotaje suavizó su discurso para lograr el apoyo de la derecha moderada. Sus adversarios le recordaron carecer de experiencia suficiente para ser presidente, él aceptó que le faltaba aprender mucho.
“Buenas noches, Chile”, empezó Boric, repitiendo el saludo en rapanui, aymara y mapuche, “agradeciendo a todos los chilenos y chilenas que fueron a votar honrando su compromiso con la democracia”.
Hizo una campaña de defensa de los derechos de las mujeres, planteó dar subsidios solo a las mujeres casadas y limitar el derecho actual al aborto. Evidenció la moderación que mostró de cara a la segunda vuelta, alejando los cambios radicales, pero comprometido con las reformas que la mayoría de chilenos exige.