Nuevas opiniones sobre el futuro del mundo
"Hoy, el peligro lo constituye un milimétrico organismo que puede acabar diseminado, con millones de personas"
Actualmente que el mundo de las comunicaciones se mueve por internet, nos llegan una gran cantidad de opiniones de lo que sucede y puede suceder en el futuro de la humanidad. Nos ha impresionado una charla que dio Bill Gates, a más de ser uno de los hombres más ricos del mundo, es el verdadero genio que ha inventado los sistemas de comunicaciones que más se utilizan. Él expresa que lo que nos ha preocupado es una guerra nuclear. Se construían habitaciones capaces de aguantar los efectos de ese nuevo tipo de guerra. Se guardaban alimentos en los sótanos y las potencias nucleares estaban empeñadas en sofisticar más esas armas, para que la destrucción sea lo más efectiva posible. Igualmente, se investigaban las fórmulas para contrarrestarlas.
Hoy, el peligro lo constituye un milimétrico organismo que puede acabar diseminado, con millones de personas, el dinero gastado para crear los disuasivos nucleares es enorme, pero poco se ha hecho para combatir el virus que es muy infeccioso, peor que la guerra. Gates recordó lo que sucedió con el ÉBOLA, no se conocía los sistemas para combatirla, no había epidemiólogos listos para viajar o gente preparada para enfrentar la epidemia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) que existe para monitorear las epidemias (organismo llena de burócratas ineficientes, como es casi toda la ONU) no hizo nada.
Gates aconseja que preparemos a especialistas y que se recurra a los ejércitos, que tienen como norma la disciplina y la fortaleza para que, en forma conjunta los países se preocupen en estar alertas y combatir a tiempo cualquier anuncio de una nueva epidemia. Debemos empezar desde ahora para que no nos vuelva a suceder por lo que estamos pasando ahora por desprevenidos.
Ahora me voy e referir a nuevas opiniones. Esta vez desde el punto de vista económico “No es un virus, es una Guerra Fría y la consecuencia no es una pandemia, será una gran recesión mundial”. Así lo consideran los entendidos.
Se decía hace algunos años que en un futuro las guerras dejarían de ser conflictos armados para convertirse en guerras biológicas y económicas, ya que era la mejor forma de destruir un país. Parece que esos momentos han llegado debido al conflicto comercial que empezó en marzo de 2018 cuando el presidente Trump anunció la intención de sancionar a productos chinos aduciendo que se trataba de un historial de prácticas comerciales desleales y robos de propiedad intelectual.
La represalia no demoró, el gobierno chino impuso aranceles a más de 138 productos estadounidenses. Por lo pronto, la guerra comercial le ha costado a China una grave desaceleración económica que impactó a la economía mundial.
Luego en diciembre del año pasado, China declaró el primer caso de conavirus. El primer reclamo que se hizo a nivel internacional fue el ocultamiento de la información por parte de China cuando surgió el brote el 22 de enero de este año, fecha en que se declaró la cuarentena en la ciudad de Wuhan. Lo que permitió la propagación de virus. La propagación del virus y una posible pandemia ha impactado la economía mundial, específicamente los precios del petróleo.
- Información errada
Anteriormente el presidente Trump, quien tiene acceso a los más avanzados sistemas de investigación médica y científica, informó que el virus muere a los 26 grados y no había de que preocuparse. También se ha opinado que las cifras eran falsas y lo que realmente sucedió, es que el presidente Trump simplemente decidió usar la pandemia como el pretexto para cerrarle todas las fronteras a China y lo logró. Una auténtica jugada de ajedrez.
Entonces, Rusia y Mongolia cierran sus fronteras; Corea del Norte, Taiwán, Malasia, Vietnam, Singapur y Filipinas prohíben el ingreso de ciudadanos chinos y más de 30 aerolíneas internacionales suspenden los vuelos al destino asiático.
Pese a la medida de Trump China ha logrado en parte, romper el cerco y está ayudando a varios países enviándoles insumos necesarios y médicos en los países que más necesitan, en gran parte, por el descuido de la población como ha pasado en Italia y España. Entendemos que Ecuador será otro de los beneficiados con esta ayuda.
En definitiva, la gran recesión económica mundial, es real. Por lo tanto, nuestro país, a más de las indicaciones sanitarias que se han tomado, por la crisis económica que vivimos, existe la posibilidad de no apresurarnos a pagar nuestros compromisos. Los acreedores tienen que comprender que no es mala voluntad sino que existe una verdadera imposibilidad de hacerlo ya que .la situación económica del país es a nivel mundial. En la actualidad, el Gobierno debe concentrarse a defender la salud de los ecuatorianos, que debe ser su objetivo principal.