La ONU debe desaparecer

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Ese puede ser un buen comienzo para que los Estados reflexionen y así como sucedió con la Sociedad de las Naciones se conforme otra organización que sí responda a la búsqueda de la solución de los actuales problemas del mundo.

Luego de la II Guerra Mundial, por insinuación de Roosevelt y Churchill se empezó a trabajar para formar una nueva organización mundial que reemplace a la Sociedad de las Naciones, la cual había fracasado. Como esta nueva organización tenía la finalidad de imponer la paz, en las reuniones de Yalta y Teherán las tres grandes potencias de la época, presididas por Roosevelt, Churchill y Stalin, decidieron convertirse en garantes de que se cumplan sus objetivos.

La organización tomó el nombre de Naciones Unidas y también se creó el Consejo de Seguridad, en el que sus países tenían derecho al veto de cualquier resolución que los perjudicara. Agregaron a Francia y a China.

En la carta de la nueva organización se dispuso como propósito fundamental mantener la paz, la seguridad internacional y la obligación de fomentar relaciones de amistad entre las naciones, con cooperación internacional en la solución de problemas internacionales.

Por desgracia ya vemos su inutilidad. Hoy es un enorme organismo burocrático, que a su vez ha creado gran cantidad de organizaciones para tratar los principales problemas del mundo, pero poco o nada consiguen. Como su sede es Nueva York crearon subsedes en Ginebra y Viena, y se designaron representantes en todos los países miembros, con rango de embajadores y oficinas llenas de burócratas. En nuestra capital existe un representante.

En la carta se cuidaron, con el pretexto de conservar su soberanía, de no introducir cláusulas coercitivas, propias del derecho. Se habla de la presencia de los Cascos Azules para intervenir como mediadores en los Estados donde hay conflictos internos, eso sí, sin poder utilizar sus armas. Y no hablemos de la guerra entre Rusia y Ucrania, donde el veto ruso y chino impediría cualquier medida para no permitir que Rusia siga atacando y matando gente con sus misiles en ciudades ucranianas.

El papa Francisco, que representa a la Iglesia católica, hablando en nombre de sus feligreses acaba de pronunciarse por la desaparición de la ONU, por haber incumplido su misión.

Ahora que a Ecuador le corresponde ser miembro del tan discutido Consejo de Seguridad, aunque no tengamos veto, como sí lo tienen las cinco grandes potencias, bien puede plantear que se suprima dicho veto, pues ha sido el causante de tantos abusos cometidos, ya que cuando se ha planteado una intervención, si alguno de esos cinco grandes tiene intereses impide que se aplique cualquier tipo de medidas. Ese puede ser un buen comienzo para que los Estados reflexionen y así como sucedió con la Sociedad de las Naciones se conforme otra organización que sí responda a la búsqueda de la solución de los actuales problemas del mundo.