La solución: sin Putin, Rusia debe ingresar a la OTAN

Putin se mueve por todos lados y la guerra seguirá para largo con muchas posibilidades del uso de armas atómicas.
No estamos locos. Como Putin, convertido en el más poderoso zar de Rusia, insiste en continuar la guerra injustificada contra Ucrania para extender más su país y amenaza con usar su poderío atómico, lo que significaría que estalle una guerra nuclear, tiene que buscarse una solución para salvar a nuestro planeta.
Una guerra de este género solo traerá destrucción, no beneficiaría a nadie. Si se destruyen las grandes urbes, quien se sienta ganador no podrá tomar posesión de los territorios ganados. Volveríamos a empezar.
Proponemos que por los medios modernos de comunicación se empiece en forma urgente a hacer campaña para que Putin y sus socios abandonen el poder. Se sabe que el pueblo ruso no está conforme con mandar a morir a sus hijos por el capricho del zar de apoderarse de Ucrania, que ha demostrado coraje para defenderse y está tomando iniciativas para recuperar el territorio perdido. Ucrania ha sido un granero que alimenta a muchas poblaciones, al punto que Putin ha tenido que permitir la navegación de barcos que transportan los alimentos que Ucrania produce. Con una buena campaña de publicidad que llegue al pueblo ruso debe demostrarse que Putin y su camarilla enriquecida deben dejar el poder. Quienes lo sucedan pueden darse cuenta de que es preferible que Rusia se integre a la Unión Europea y a la OTAN, así los Estados dejarán de gastar en sus presupuestos tanto dinero para armarse y lo dedicarán a mejorar las condiciones de vida de todos los pueblos del mundo que sufren hambre. Las grandes potencias tienen que pensar en un mundo globalizado, en el que cooperando todos se acaben las guerras sin razón. Si sucede en Occidente, China dejará su obsesión por apoderarse de Taiwán y se dedicará a conquistar nuevos mercados para alimentar a su pueblo. Que la próxima guerra sea para lograr vender mejor sus productos. Esto es un sueño, pero estamos seguros de que el problema actual es Putin y su camarilla. Desaparecidos ellos del poder, será más fácil lograr que la guerra termine. Existe la voluntad suficiente para cooperar unos pueblos con otros y vivir satisfechos de superar el hambre, el narcotráfico y la devastación climática. Lamentablemente, tenemos la noticia de que Putin se está introduciendo en América. Acaba de firmar un convenio con el gobernante mexicano AMLO para colocar una base para satelitales espaciales manejados por los rusos, con el pretexto de que es para usos pacíficos, aunque se dediquen al espionaje. Ya hay movimientos de tropas en Nicaragua y Cuba para favorecer la posición rusa. Con estas noticias, nuestra idea queda sin efecto. Putin se mueve por todos lados y la guerra seguirá para largo con muchas posibilidades del uso de armas atómicas.