¿Qué sucede con América Latina?

Creo que no ha sido suficiente para muchos presidentes de los países de América los ejemplos de algunos Estados de la región. Cuba, con un pueblo desnutrido, azotado por la COVID, y convertida en cárcel para quienes tienen el valor de protestar, mientras su nomenclatura goza de todos los privilegios.

Venezuela, en ruinas, con los pozos petroleros más grandes del mundo: un narcotraficante ignorantón ha logrado callar a los militares, reforzado por fuerzas mercenarias cubanas. Sin gasolina ni para ambulancias y con un pueblo que muere de COVID.

Daniel Ortega y Rosario Murillo llegaron al poder en Nicaragua apresando a sus contrincantes, superando al somozato.

Ojalá no se prepare Colombia a tener a Petro como presidente; un país azotado por una guerrilla a la que el expresidente Santos, en busca de un Premio Nobel de la Paz, le entregó posiciones en el Parlamento colombiano sin que se presenten a elecciones.

Como los malos ejemplos se repiten, Perú tiene a un profesor de primaria que aún no sabe qué tiene que hacer. A la semana cambia de ministro y terminará llamando a políticos profesionales para que le enseñen cómo se gobierna.

¿Qué sucederá con Boric en Chile?, país modelo de América Latina por la forma en que lo manejaron presidentes de diversas tendencias políticas, respetando la Constitución y elevando el nivel de vida. Ojalá se limite a realizar cambios en la seguridad social. ¿O se inclinará al socialismo del siglo 21? Y habrá que seguir llorando por Argentina, ese pedazo de Europa en América que ha producido tantos intelectuales, juristas, médicos y deportistas que nos han llenado de orgullo. Tenemos la esperanza de que el presidente uruguayo limpie los errores de sus dos antecesores de izquierda y vuelva a ser la Suiza de América. Que Brasil reflexione y no vuelva ni el Partido de los Trabajadores ni Odebrecht, que manejaron a Lula hasta llevarlo a prisión, quien hoy quiere regresar a la Presidencia.

Bolivia tuvo a Evo Morales, presidente autóctono, que impulsó el cultivo de coca y no aprovechó la explotación técnica de litio metal en que es tan rico. Quiso reelegirse cuando la Constitución lo impedía. Tuvo que dejar el cargo y desde Argentina impulsó a su sucesor. Hoy sigue mandando. Quiso recuperar el mar, recurrió a la Corte Internacional de Justicia y demandó a Chile pidiendo la nulidad del tratado de 1904. Perdió la demanda, planeó utilizar un puerto peruano, pero no le está funcionando. Haití, primer país libre en América, es hoy un Estado fallido. Pese al mal ejemplo, se salvan República Dominicana, Paraguay, Ecuador y algún otro país, demostrando que se puede gobernar respetando derechos humanos y procurando elevar el nivel de vida en un continente que lo tiene todo.