Premium

Tensiones entre China y Taiwán, primeras consecuencias

Avatar del Juan Faidutti

Estratégicamente, Taiwán posee el llamado ‘escudo de silicio’, una industria de la que depende desde la fabricación de aviones de combate hasta paneles solares e instrumentos médicos.

Taiwán, isla de 23 millones de habitantes ubicada a 128 km de la costa de China, ha sido durante mucho tiempo fuente de tensión entre Washington y Pekín. China reclama a Taiwán -gobernada democráticamente- como parte de su territorio y ha prometido tomarla hasta usando la fuerza, de ser necesario.

En represalia por la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, tercera en sucesión del poder, China informó sobre realizar nuevos simulacros cerca de Taiwán, que consistían en operaciones conjuntas de asaltos marinos y antisubmarinos en una ubicación no especificada.

Tras aterrizar Pelosi en Taipéi la noche del 2 de agosto, China denunció su visita, alegando que frustraba sus esfuerzos por unificarse con Taiwán y ponía en peligro la estabilidad de la región. Así, presentó simulacros militares como demostración de fuerza, con la intención de castigar a la isla por la visita de Pelosi. En los simulacros, cinco misiles balísticos chinos cayeron en la zona económica exclusiva de Japón, al este de Taiwán. Fue la primera vez que cayeron en esas aguas. Los analistas interpretaron eso como una advertencia de Pekín tanto a EE. UU. como a Japón sobre ayudar a Taiwán en caso de un conflicto, y también fue un recordatorio para Washington de que China podría atacar las bases estadounidenses en la región.

Para incrementar aún más las tensiones, tras la visita de Pelosi, una delegación de políticos estadounidenses llegó a Taiwán, lo que generó sanciones de por vida por parte de Pekín a 7 funcionarios de la isla, acusándolos de promover una agenda independentista.

Xi Jinping, el líder más poderoso que ha tenido China en varias generaciones, considera la unificación de Taiwán con China como un objetivo principal de su gobierno, y espera que sea confirmado para un tercer mandato como líder en un congreso del Partido Comunista a celebrarse en otoño.

Taiwán durante décadas vivió con la ley marcial impuesta a su población por una gestión liderada por Chiang Kai-shek, quien había salido de China tras ser derrocado por la revolución comunista de Mao en 1949. China y EE. UU. estuvieron al borde de la guerra por Taiwán en dos ocasiones en los años 50.

Recordemos que Taiwán tuvo relaciones diplomáticas con varios países, pero cuando China se consideró poderosa puso como condición que aquellos que deseaban tener relaciones con ella tenían que romper sus relaciones con la isla (actualmente unos once países procedentes de Centroamérica y el Caribe). EE. UU. también rompió relaciones diplomáticas con Taiwán, pero se comprometió a defender su independencia.

Estratégicamente, Taiwán posee el llamado ‘escudo de silicio’, una industria de la que depende desde la fabricación de aviones de combate hasta paneles solares e instrumentos médicos.