Nuevo gobierno, viejos desafíos para la agricultura
El lanzamiento de una nueva semilla es la concreción de los esfuerzos de un centro de investigación, y por ende de un país, para resolver algunos problemas
El actual presidente, en campaña, declaraba la necesidad de que los agricultores tengan acceso a semillas de alta calidad. Efectivamente, este no es un nuevo desafío, pero ciertamente es uno de los más importantes para nuestros agricultores. El hallazgo de una semilla mejorada para cultivos de ciclo corto proviene de la inversión en investigación científica de aproximadamente siete años y para los cultivos permanentes en ocasiones, esto puede tomar más de dos décadas. El lanzamiento de una nueva semilla es la concreción de los esfuerzos de un centro de investigación, y por ende de un país, para resolver algunos problemas (sequías, inundaciones, presencia de diversas plagas o enfermedades que amenazan permanentemente a los cultivos) mediante la inversión ininterrumpida en investigación y desarrollo.
Un sistema de producción de semillas (SPS) debería garantizar dos aspectos fundamentalmente: i) una oferta estable, y ii) accesibilidad. ¿Cuál ha sido el desempeño del actual sistema? En el período 2013-2018, el promedio de cobertura de producción de semilla de alta calidad fue de 32,6 %, el año de mayor cobertura fue el 2015 (54 %), mientras, el año de menor cobertura fue el 2020 (12 %). El decrecimiento de la cobertura está directamente relacionado con los recortes en la fuente de financiación predominante (presupuesto gubernamental) afectándose la estabilidad de la oferta.
Si los países, como Ecuador, contamos con institutos/universidades públicas de investigación agrícola deberíamos repensar los esquemas de coinversión público-privado procurando que la fijación de precios garantice la accesibilidad de todos con especial énfasis en las pequeñas economías agrícolas. De esta forma, se diversifica la fuente de financiación asegurando la sostenibilidad del sistema. Dada la obtención de la semilla surgen otros procesos relevantes en este sistema como: producción masiva, la distribución tomando en consideración la escala y dispersión geográfica de los agricultores, y la asistencia técnica para la adecuada utilización de esta semilla.
En Iberoamérica, los países cuentan con SPS diversos, aquellos casos exitosos están relacionados con la existencia de una fuerte participación de los sectores públicos y privados: centros de investigación, universidades, empresas, gremios agrícolas y sobre todo los agricultores.