‘Spoilers’

Muy fácil es apuntar de lejos los problemas y más fácil es entrar al círculo de la corrupción, porque lo que venden es solo ficción, cuando la realidad es otra, un infierno dantesco
Somos como los ‘spoilers’, nos adelantamos a opinar y criticar antes de poder entender a profundidad una noticia. No hay ninguna diferencia entre una serie como es el Juego del Calamar y ver cómo decapitan y desmiembran a PPL las mafias internas de la cárcel de máxima seguridad. Podemos poner en pausa tanto la realidad como la ficción, ya que el video quedará grabado para la eternidad. Las noticias en medios tradicionales se repiten todo el día: el mismo reportaje exponiendo la impotencia de los familiares, nosotros culpándolos por no haberlos criado bien y juzgándolos sin importar las razones. Para algunos familiares es lograr entender lo sucedido, no saber si están vivos o muertos, y para otros una espera eterna para que puedan armarlos y enterrarlos. Somos ‘spoilers’ por creer que sabemos todo y que tenemos las soluciones solo intercambiando pocas ideas y siempre encontrando un culpable desde la comodidad. A veces me pregunto si estamos viviendo una realidad o estamos sumergidos en una continua ficción, porque la vida está perdiendo su sentido y el ser humano su supervivencia. La vida no tiene valor, pero el valor tiene más vida. La pobreza, el desempleo y la falta de oportunidades hacen que nuestros jóvenes terminen siendo parte de una “familia”, las mafias. Son los que aprenden a matar para probar su lealtad. Lo presentan como una oportunidad de ganar dinero rápido y darse lujos como en las series de narcos. Te dicen lo que puedes lograr, pero jamás te dicen lo que te puede costar. Se viralizaron los videos de la masacre de PPL y ellos mismos van locutando lo que están grabando, sin filtro, logrando insensibilizarnos, haciendo emerger nuestra curiosidad mórbida e impulsándonos a contemplar la violencia. No podemos seguir culpando al sistema, somos nosotros los ‘spoilers’ que desde lejos miramos cómo una sociedad empieza a emanar pus y nosotros solo la maquillamos. Muy fácil es apuntar de lejos los problemas y más fácil es entrar al círculo de la corrupción, porque lo que venden es solo ficción, cuando la realidad es otra, un infierno dantesco.