Leo Stagg: Biden sepulta la justicia
Aunque el poder de otorgar indultos es legítimo, su uso para beneficiar a familiares plantea un serio conflicto ético
Joe Biden llegó a la presidencia de Estados Unidos prometiendo restaurar la confianza en las instituciones y asegurando que nadie estaría por encima de la ley. Sin embargo, el reciente perdón presidencial otorgado a su hijo, Hunter Biden, contradice esas palabras y establece un precedente preocupante para la percepción pública de la justicia y el poder.
Hunter Biden enfrentaba graves acusaciones, entre ellas fraude fiscal y la compra ilegal de armas. Estas imputaciones, respaldadas por investigaciones exhaustivas, no solo señalaban irregularidades financieras, sino que también planteaban dudas sobre la ética en el uso de influencias políticas. En un país que se enorgullece de su sistema judicial independiente, este caso se presentó como una prueba crucial para medir la integridad del gobierno de Biden.
El perdón presidencial, amparado por la Constitución estadounidense, siempre ha sido motivo de controversia, especialmente cuando favorece a personas cercanas al presidente en funciones. En este caso, la decisión de Joe Biden va más allá de lo jurídico, siendo percibida como un acto político que contradice su compromiso declarado de no intervenir en procesos judiciales. Este acto erosiona la credibilidad de sus palabras y refuerza la percepción de que las élites políticas están exentas de las normas que rigen al resto de los ciudadanos.
El precedente que esto sienta es profundamente negativo. Aunque el poder de otorgar indultos es legítimo, su uso para beneficiar a familiares plantea un serio conflicto ético que socava la confianza del público en las instituciones. Estas acciones no solo consolidan la percepción de impunidad, sino que también abren la puerta para que futuros líderes utilicen su cargo en favor de intereses personales, debilitando la separación de poderes y el principio de igualdad ante la ley.
¿Qué mensaje transmite este perdón a los ciudadanos estadounidenses? Que la justicia, al parecer, puede ser manipulada por conveniencias políticas. Este indulto es un golpe a la credibilidad de Biden y un recordatorio de que en su gobierno las promesas de igualdad ante la ley parecen no aplicarse a su círculo más cercano.