Leo Stagg | El verdadero espíritu de la Navidad
Una pequeña acción puede significar un cambio enorme para alguien más. Hagamos de la Navidad un tiempo no solo para recibir
Cada año, celebramos la Navidad para conmemorar el nacimiento de Jesús. Es un tiempo que nos llena de amor, familia y solidaridad, y que a su vez se ha convertido en una época de reuniones entre amigos, cenas navideñas y la tradición de intercambiar regalos. Sin embargo, más allá de la forma en que cada quien elige celebrarla, quiero invitarles a que este año hagamos algo especial: vivamos la Navidad con un espíritu de solidaridad más profundo que nunca.
El mensaje de la Navidad nos invita a reflexionar, unirnos y ser generosos. Representa la oportunidad perfecta para compartir amor, esperanza y gratitud, no solo con quienes nos rodean, sino con aquellos que más lo necesitan. En esta época, cuando el mundo parece detenerse para celebrar, también podemos detenernos nosotros para pensar en cómo podemos marcar una diferencia en la vida de otros.
La solidaridad puede tomar muchas formas. Si tienes la oportunidad de dar, no la desaproveches. Ofrece un plato de comida, ropa o juguetes a quienes enfrentan carencias. Una pequeña acción puede significar un cambio enorme para alguien más. Hagamos de la Navidad un tiempo no solo para recibir, sino para dar. Demostremos que los ecuatorianos sabemos ser solidarios y generosos, especialmente en momentos donde la empatía y el apoyo son más necesarios que nunca.
Este año he tenido la oportunidad de colaborar con monseñor Aníbal Nieto en su labor de apoyar a familias en Durán. Su misión de brindar alimento a quienes más lo necesitan me inspiró a sumarme, junto a mi familia, a este hermoso esfuerzo. Estas pequeñas acciones nos recuerdan el verdadero significado de la Navidad: compartir y dar sin esperar nada a cambio.
Quiero invitar a todos a unirse de la forma que puedan. Ayudar está a nuestro alcance de tantas maneras. Ya sea donando tiempo, recursos o simplemente dedicando una sonrisa a quien lo necesita, cada gesto cuenta. Transformemos esta Navidad en un verdadero recordatorio del amor que Jesús nos enseñó.
Que esta época sea un faro de esperanza y bondad para todos. ¡Feliz Navidad!