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Leo Stagg: El precio de desentenderse de la política

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Como ciudadanos, tenemos el poder y la responsabilidad de influir en el futuro de nuestro país

Platón, un antiguo filósofo griego, nos dejó una poderosa reflexión: “El precio de desentenderse de la política es ser gobernados por los peores hombres”. Esta cita es crucial para entender la importancia de nuestra participación en la política, especialmente en el contexto actual de nuestro país.

Aunque no lo queramos aceptar, la política afecta todos los aspectos de nuestras vidas. Cuando nos desentendemos de ella, dejamos que otros tomen decisiones que nos afectan directamente, y estos “otros” pueden no ser los mejores líderes. En Ecuador, hemos visto cómo la apatía política puede llevar al poder a personas corruptas o incapaces, lo que resulta en una mala gestión y decisiones perjudiciales para todos.

La democracia depende de la participación activa de todos los ciudadanos. Como ciudadanos, tenemos el poder y la responsabilidad de influir en el futuro de nuestro país. Nuestra voz, nuestro voto y nuestra participación activa son esenciales para construir una sociedad justa y transparente.

Desentenderse de la política tiene graves consecuencias. Permite que líderes con agendas personales o corruptas gobiernen, afectando negativamente nuestra calidad de vida, libertades y desarrollo económico. La falta de interés y participación puede llevar a gobiernos autoritarios y decisiones que no reflejan nuestras necesidades y deseos.

Para involucrarnos, debemos informarnos sobre cómo funciona nuestro sistema político y cuáles son nuestros derechos y responsabilidades; así como votar en todas las elecciones, enterarnos bien de la actualidad del país a través de medios de comunicación responsables, y ejercer nuestra libertad de expresión respecto al país que queremos.

El futuro de Ecuador siempre estará en nuestras manos. No permitamos que la apatía y la indiferencia determinen el rumbo de nuestras vidas. Involucrémonos, participemos y hagamos oír nuestra voz. Juntos, podemos construir un Ecuador más justo, equitativo y próspero para todos.

Recuerden, como nos advirtió Platón, el precio de desentenderse de la política es ser gobernados por los peores hombres. No permitamos que eso le suceda a Ecuador. Una sociedad activa podrá transformar su realidad y construir un futuro lleno de esperanza, justicia y progreso.