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Lourdes Luque: La agenda urgente por la paz

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Lo que necesitamos, en nuestra vida no es la paz de los cementerios, ni la devastación de los campos de batalla entre mafias grandes o pequeñas

Para mi próxima columna ya tendremos un nuevo gobierno electo del Ecuador. Por ello quiero enfocarla a la urgencia de que su primer paso sea la búsqueda desesperada de un acuerdo nacional por la paz.

No podemos seguir desangrándonos por culpa de la profunda crisis de seguridad que tenemos en el país.

Cuando creíamos que no podíamos caer más en el abismo, las fuerzas del mal nos sorprenden, la violencia se reinventa a sí misma y aparece repotenciada.

Ya ni en nuestros barrios, ni en nuestras casas, ni en nuestras oficinas, ni en los lugares de esparcimiento estamos seguros.

Queremos un país donde los hijos y nietos sientan que hay futuro y hay esperanza.

No sé ustedes, pero a nosotros nos angustia que la conversación de las parejas jóvenes, aquellas que están formando esas familias núcleo de la sociedad, gira entorno de: ¿a dónde nos vamos?

Queremos la paz que tuvimos hasta hace un par de decenas de años, cuando se nos identificaba como una ‘isla de paz’; la misma que fuimos perdiendo en el camino, cuando no supimos protegerla, cuando la narcopolítica, la narcoeconomía, la narcojusticia fueron corroyendo los mismos cimientos del futuro. Aquel país que ninguna élite: ni política, ni económica, ni eclesiástica, ni gremial, ni de ningún otro tipo supo proteger.

Si seguimos la ruta del odio, de la intolerancia y de la falta de acuerdos, nos va a ir peor. Ya Oriente Medio nos está diciendo que por allí no es el camino.

Ya lo gritó Pancho Huerta en vida, igual que muchos otros luchadores por la paz: lo que necesitamos en nuestra vida, no es la paz de los cementerios, ni la devastación de los campos de batalla entre mafias grandes o pequeñas, sino que queremos la serenidad de la gente lúcida, que somos la mayoría.

Por eso, mi llamado al futuro gobierno, a esas élites y ciudadanos lúcidos. Pongámonos de acuerdo en algunos elementos refundacionales para el Ecuador.

Somos muchos los que estamos a la espera de esa vía de esperanza.

Que sea una nueva Fragua de Vulcano de los que siempre buscaremos la libertad de vivir en paz.