Lourdes Luque: Inteligencia vital
Imaginen ahora Ecuador, luego de una década de destrucción, cuando los sistemas de inteligencia pasaron a ser meros perseguidores de la oposición
Luego de la Primera Guerra mundial, los aliados permitieron la creación de la Abwehr en Alemania, organización de inteligencia militar. Su nombre significa Defensa, pues solo podía tener el propósito ‘defensivo’.
El jefe de la agencia informaba directamente al Alto Mando alemán y a Adolf Hitler. Ya en pleno Tercer Reich, con el crecimiento de la guardia personal de la SS llegaron los conflictos y antagonismos con el servicio secreto. Así nacen dos grupos de inteligencia nuevos la SD y la terrible Gestapo. Poderosas todas, funcionales, pero ni aun así la inteligencia alemana previno al Führer del error de la Operación Barba Roja para invadir Rusia.
La CIA, americana, también se equivocó varias veces. Una de ellas puso al planeta al borde del holocausto nuclear. Los errores de análisis que hizo cuando impulsó al recién llegado Kennedy a invadir la isla de Cuba, en el episodio conocido como Bahía de Cochinos, fue la antesala de la crisis de los misiles entre Rusia y los Estados Unidos.
Por último, ¿se equivocó el Mosad, al no advertir la invasión a Israel del 7 de octubre?
A pesar de los errores que cometieron los servicios de inteligencia, allí están Israel, Estados Unidos y Alemania como potencias mundiales, con sus agencias de inteligencia operativas.
Imaginen ahora Ecuador, luego de una década de destrucción, cuando los sistemas de inteligencia pasaron a ser meros perseguidores de la oposición política al régimen de turno. Desmantelaron todo indicio de profesionalismo del sistema. Así, no pudieron o no quisieron detectar la gran invasión narco en la fuerza pública, en los grupos políticos, en la justicia, en los factores de producción, en el sector financiero y hasta en las familias.
No podremos sobrevivir como nación sin que el presidente Noboa tenga éxito en la transformación de la Central de Inteligencia Estratégica -CIES- en una agencia nacional. Quienes están cercanos a él indican que el corazón del Plan Fénix es la nueva agencia, cuyo objetivo será contar con inteligencia estratégica, táctica y operativa. De su éxito depende nuestro destino.
