Lourdes Luque: ¿Cuál es tu kriptonita?
más allá de dejarme vencer por ese temor, trato en mi día a día de recordar cuáles son los talentos que Dios puso en mi ADN
Muchos de mis lectores, crecimos con el apuro de llegar a la casa desde el colegio para prender la televisión en blanco y negro, y escuchar la frase, “Es un pájaro. No, es un avión. No, ¡es ‘Superman’! Los de mi generación ya estábamos acostumbrados a comprar todas las semanas las revistas de cómics de las aventuras del Hombre de acero. Tanto en los cómics como en la serie, aprendimos que Clark Kent era casi inmortal, excepto por que un metal de su planeta de origen, la kriptonita verde, le quitaba todos sus poderes.
Lo cierto es que todos tenemos una kriptonita, aquella que nos paraliza de miedo, aquella vulnerabilidad que nos desarma. Hay un poder oculto en esas debilidades que no podemos controlar y que nos pone en peligro. Ciertamente todos tenemos fortalezas y debilidades. Saber cuáles son nos permite tener una estrategia para poderla neutralizar. Ignorarlas no es una buena opción. Reconocerla es un acto de valentía y sabiduría.
A lo largo de la historia muchos personajes convirtieron sus miedos en crecimiento personal. Ejemplos los hay varios. Mandela, luego de 27 años de prisión convirtió su resentimiento y odio en la personificación del perdón y la reconciliación. Hawking, con esclerosis lateral amiotrófica, se convirtió en uno de los científicos más influyentes del mundo. Kahlo convirtió su dolor físico en arte, y así fue un icono de la cultura y de la resistencia femenina. Gandhi no sucumbió al miedo, sino que fue el campeón de la resistencia civil y de la fortaleza moral.
Si estos personajes se convirtieron en ejemplos del cambio y de la inspiración, ¿qué te impide a ti vencer tus miedos? Yo también tengo miedo a que algo afecte a mi familia, pero más allá de dejarme vencer por ese temor, trato en mi día a día de recordar cuáles son los talentos que Dios puso en mi ADN, desde mi concepción, para a través de esos talentos vencer mi miedo.
Ayer, 22 de octubre, el santoral católico recordaba a San Juan Pablo Segundo. ¿Recuerdan su frase más importante, cuando la repetía en su pontificado? “No tengáis miedo”. Ahora tenemos más miedo que nunca, pero el lema papal aplica para los ecuatorianos de hoy.
