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Lourdes Luque | Más por viejos que por sabios

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...para Platón la ancianidad es considerada una etapa donde se alcanza óptimamente virtudes morales como la prudencia, la discreción y el buen juicio

Mañana será un día glorioso para el Ecuador: Daniel Noboa Azín se convertirá en el presidente en funciones, democráticamente elegido, más joven del mundo. Muchos le tenemos miedo a su juventud, otros confiamos en el trabajo que hemos hecho criando una nueva generación que haya aprendido de nuestro errático camino, de nuestros aciertos y de nuestros errores. Aspiramos a que sus padres hayan hecho un excelente trabajo.

No sorprende la resistencia del presidente Noboa a integrar a personas mayores a su gabinete, pues tiene razón en pensar que la herencia política que le estamos dejando es, al menos, nefasta. Por ello su orgullo cuando en su visita a Madrid indicó: “Tenemos un gabinete en el cual el 50 % son mujeres y el promedio de edad es de 41 a 42 años. Será gente muy preparada y que no ha sido parte de trincas. Uno no puede esperar ser el cambio si anda poniendo ministros reciclados que han estado ya en tres gobiernos”.

Solo quiero traer a su memoria parte de la historia de la humanidad. Vamos a la prehistoria: la longevidad era considerada como un valor especial, ‘sobrenatural’, con ‘protección divina’. Por eso los chamanes y brujos eran los ancianos de la tribu. Los viejos eran los albaceas del saber, los transmisores de la memoria del clan, ya que el hecho de alcanzar edades avanzadas ya era un privilegio. En Egipto, el anciano era el pilar fundamental en la educación de los más jóvenes y símbolo de sabiduría. Veamos a los griegos. Según Homero, el consejo de los ancianos era un órgano consultivo. ¿Y los hebreos? Basta leer el Antiguo Testamento. Los ancianos jugaron un papel importante en la conducción del pueblo hebreo. Dios le dice a Moisés: “Vete delante del pueblo y lleva contigo a los ancianos de Israel”. En el pueblo elegido la creación del Consejo de Ancianos era una iniciativa divina. Ni hablar de nuestra raíz cultural. Para Platón la ancianidad es considerada una etapa donde se alcanzan óptimamente virtudes morales como la prudencia, la discreción y el buen juicio.

Siempre el anciano ha mantenido estoicamente su rol en la sociedad. Por ello mi recomendación, señor presidente: pida a sus jóvenes ministros que conformen cada uno un consejo asesor con experiencia, pues más sabe el diablo por viejo que por sabio.