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Bajar el volumen de la furia

Avatar del Lourdes Luque

La práctica del movimiento del Networking es tan poderosa que bajo el lema de “crea tus relaciones desde la generosidad”

En la Sociedad Femenina de Cultura se presentó el experto Magister en Tecnologías, Héctor Navarrete. El tema El Networking, mitos y beneficios, a más de traer a nuestro mundo a Keith Ferrazzi con Nunca comas solo, nos dejó un mensaje poderoso. La felicidad no está en la cantidad de recursos que acumulamos, sino en la calidad y calidez de nuestras relaciones. La práctica del movimiento del Networking es tan poderosa que bajo el lema de “crea tus relaciones desde la generosidad”, induce al ser humano a aprender a conectar con la gente desde la bondad. Así, evolucionando la teoría desde hacer negocios hacia redes para crear bienestar, claro que luego llegan buenos negocios.

Su valiosa charla me trajo a la memoria la película Cadena de favores, que nos cuenta que podemos cambiar el mundo si cambiamos la forma de cómo nos relacionamos con los demás. La película fue una maravillosa propuesta de responder a un favor haciendo tres favores a diferentes personas, así, sin darnos cuenta, la red de acciones buenas crece de forma exponencial.

Hoy los ecuatorianos, alejados de esas propuestas, en plena campaña política estamos convencidos más bien de que es a través de la furia como lograremos prosperidad. No importa el tema, sea un partido de fútbol, analizar a los candidatos, organizar una comunidad, hablar del Santo Padre, cualquier tema es válido para denigrar. Cualquier vía vale, sean estos medios de comunicación, redes sociales o en situación presencial. Lo cierto es que nos llueve una impronta de violencia y furia que debilitará nuestro pobre tejido social.

Como si no fuese suficiente que los índices de vulnerabilidad y pobreza estén en 90 %, que solo tengamos 7 % de clase media, que mafias nos asechen en todos los espacios, que el fenómeno de El Niño esté llegando, que la crisis mundial y la guerra persistan, para colmo, llegarán funcionarios nuevos que necesitarán de nuestro apoyo para salir de esta crisis.

No tenemos derecho a seguir fomentando la cultura de la intolerancia. Más bien reconstruyamos nuestras redes de confianza como cadenas de favores que nos permitan bajar el volumen de nuestra innecesaria furia. Desde la furia solo vendrá más furia, desde la tolerancia solo vendrá más tolerancia.