La Cosa Nostra
Cinco mafias se habían adueñado de varios territorios y actividades económicas donde ejercían su dominio. Lo mismo que Ecuador.
Eran los años sesenta. La ciudad de Nueva York tenía 18 millones de habitantes. Lo mismo que Ecuador. Las calles de la ciudad amanecían y atardecían ensangrentadas y con decenas de muertos. Lo mismo que Ecuador. Cinco mafias se habían adueñado de varios territorios y actividades económicas donde ejercían su dominio. Lo mismo que Ecuador. Los clanes desarrollaban sus actividades ilegales, de extorsión, sicariato, robo, tráfico ilegal a sus anchas, con autoridades que habían perdido el control de la gran manzana. Muchas empresas y familias migraron a buscar nuevas ciudades para poder prosperar. El FBI dedicó mucho esfuerzo y recursos a las actividades del crimen organizado y creó la fuerza de ataque contra el crimen organizado. El éxito se logró a principios de la década de los ochenta, cuando se pudo librar a la ciudad del control de la mafia en un gran esfuerzo coordinado. Fue cuando surgió la imagen de Rudy Giuliani, entonces fiscal del distrito sur de NYC, que en una gran operación logró encarcelar a las cabezas de las cinco familias. Luego ya nada fue igual, hubo una gran reducción de actividades ilícitas.
Hoy nuestro país, mejor dicho, el presidente Guillermo Lasso, se enfrenta día a día a cinco mafias, algunas casi vencidas, otras en camino, otras más saludables que nunca. La mafia de los Seguros Sucre. La mafia del Isspol. La mafia de las empresas públicas. La narcomafia. La mafia del petróleo. Y la lista se queda corta. Ninguna de estas mafias creció por generación espontánea, más bien han sido cultivadas con esmero por décadas.
A los capos de las mafias criollas les molesta el presidente Lasso. Gran amenaza significa para sus intereses un presidente que los ubica como el principal enemigo del Ecuador.
Estos días, un insensato, ilegal e inconveniente juicio político intenta descabezar al Ejecutivo. ¿Cuántos recursos fluyen en la asamblea del crimen organizado? Así como un día fue NYC versus la Cosa Nostra, hoy es Ecuador versus el crimen organizado.
Dios salve al país y le dé sabiduría al nuevo frente de seguridad, para al igual que Nueva York, lograr salir de esta.
