Mientras más obscura la noche…
Esa hoja de ruta nos llevará a salir del odio y del miedo, para recuperar la libertad, la verdad, la equidad, la inclusividad...
Frase repetida cuyo origen es indeterminado, en el cine se la oyó en Batman, El caballero de la noche, en el Hamlet de Shakespeare, en La cúpula, de Stephen King; algunos dicen que es de Thomas Fuller, otros de San Vicente Ferrer.
Lo cierto es que estamos justamente en la noche más obscura de nuestro país. Esta última quincena ha sido atroz. Se confirmó la predicción de Pancho Huerta de que nos estábamos convirtiendo en una narcodemocracia. Pancho, quien fue parte de la comisión que investigó el bombardeo de Angostura, lo dijo hace más de 15 años, cuando alertó al país de que había penetración narco en la institucionalidad del Ecuador.
Así, hemos visto asustados cómo retrocedemos ante un puñado de narcocriminales que nos amenazan.
Por otro lado, estamos inmersos en una campaña política insulsa, mentirosa, irresponsable, de quienes saben que nada de lo que han propuesto podrán lograr hacerlo en los pocos meses que tendrán.
Hasta uno de nuestros mayores conflictos internos, el regionalismo, se volvió a disparar a causa de la percepción del gobierno de Lasso.
Por último, pero no menos importante, el fenómeno de El Niño sigue su avance amenazante, mientras los factores permanentes de pobreza, vulnerabilidad, corrupción y ausencia de justicia no solo siguen allí, sino que se incrementan y duelen.
A eso me refiero con la noche de gran obscuridad y por eso tengo la seguridad de que el amanecer está cercano. Y en este amanecer me ilusiono con que las élites económicas, sociales, políticas, deportivas, de los medios de comunicación, de la sociedad civil, de la Iglesia, recuperen su razón de ser, despierten, se unan, construyan y propongan una agenda de concordia concreta, que nos encamine al bien común; que inviertan en la formación de jóvenes con valores cristianos que tomen la posta en cada asociación, en cada gremio, en cada comunidad. Esa hoja de ruta nos llevará a salir del odio y del miedo, para recuperar la libertad, la verdad, la equidad, la inclusividad, a sanar y que todos juntos veamos más cerca el nuevo amanecer.
Mientras más obscura la noche, más cerca está el amanecer.
