Persistir, resistir y jamás sucumbir

Pero que no hayamos defendido nuestra visión, no significa que la luz no nos va a esperar al final del túnel.
Llegaron los días difíciles, caóticos y confusos. En estos momentos a todos se nos va a pedir fortaleza. La incertidumbre, desazón, el temor nos tienen inquietos a muchos ciudadanos de este país.
Creímos que nos podríamos liberar del narcocrimen que nos acecha paso a paso. Pensamos que un SÍ rotundo a la extradición, a limitar el número de asambleístas, a fortalecer a la fuerza pública y a la Fiscalía, entre otros temas, serían suficientes para darnos tranquilidad y seguir nuestro camino a la prosperidad. Pero nos equivocamos y la votación determinó otro camino.
Hoy ya no importa el regresar a hacer un análisis de qué hicimos mal. Lo importante es mirar al frente, al futuro y luchar juntos para lograr el modelo de país queremos.
¿Queremos vivir en Ecuador, en una democracia que permita la libertad personal, familiar, de nuestras empresas y comunidades? Pues digámoslo en voz alta y vamos juntos a persistir, resistir y jamás sucumbir.
¿Queremos una sociedad que enfrente al crimen organizado y como resultado de nuestra decisión los índices de crimen y violencia bajen en nuestras comunidades? Pues digámoslo en voz alta y vamos juntos a persistir, resistir y jamás sucumbir.
¿Queremos que nuestros hijos y nietos crezcan en un entorno de seguridad, de educación de calidad y de valores personales y ciudadanos? Pues digámoslo en voz alta y vamos juntos a persistir, resistir y jamás sucumbir.
¿Queremos que las autoridades electas respeten con compromiso todos los anhelos que pusimos en ellos al momento de votar? Pues digámoslo en voz alta y vamos juntos a persistir, resistir y jamás sucumbir.
Una de las grandes claves del éxito es el no detenernos ante los obstáculos, es decir ser perseverantes, pues, aunque parezca imposible, de este túnel solo saldremos si nos esforzamos. Pero que no hayamos defendido nuestra visión, no significa que la luz no nos va a esperar al final del túnel.
Nos cambió totalmente el escenario. Ahora se pondrá en juego nuestra capacidad para profundizar incansablemente en los grandes valores de la democracia, de la razón, de la educación, de la responsabilidad y de la libertad. Tenemos un reto.