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Luis Sarrazín Dávila | La medicatura rural

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Causaba hilaridad ver la cantidad de ‘minusválidos’ entre jóvenes que cursaban entre 23 y 25 años.

Con muy buen criterio se implementó el año de medicatura rural que debían cumplir los egresados de medicina como requisito previo para poder ejercer libremente su profesión.

El sustento para tal requerimiento era el de poder dotar de una asistencia profesional a las poblaciones que, apartadas de las principales ciudades y con las carencias del sistema, pudiesen tener una atención en salud cercana, profesional y adecuada.

Gracias a mi carrera en salud, conocía que en el Ministerio de Salud existían prácticas torcidas, sobre todo por el hecho de que se ‘escondían’ ciertas plazas, que luego del sorteo ‘aparecían’ para ser adjudicadas a los ahijados y recomendados. Lo primero que hice como ministro fue sacar a sorteo todas las plazas disponibles y no di paso a ninguna recomendación, salvo dos casos muy especiales y plenamente justificados.

No tienen idea de los trucos y justificaciones que presentaban los médicos para escamotear el servicio: lordosis y escoliosis -males de la columna vertebral-, alteraciones oculares desde conjuntivitis crónica hasta catarata juvenil, ciática, disfunciones hepáticas y pancreáticas, miositis -inflamación muscular-, embarazos con amenaza de aborto, úteros incontinentes; a la par una respetable cantidad de parejas de recién casados (¿?). Causaba hilaridad ver la cantidad de ‘minusválidos’ entre jóvenes que cursaban entre 23 y 25 años.

Una evaluación realizada en el año 2000 encontró que había cuatro tipos de médicos rurales: los que se palanquearon la reubicación para cumplir el servicio cerca de papito y mamita; los que la cumplieron en su lugar de adscripción, pero se escabullían cada vez que podían; los que cumplieron estrictamente sus funciones, añorando el día en que se acabaría esa ‘cárcel sin barrotes’, como consideraban al servicio rural; y finalmente, los que se integraron con la población e hicieron un papel extraordinario, hasta el punto de que habían comunidades que solicitaban que se deje al médico rural; muchas otras despidieron con lágrimas al médico que permaneció con ellos durante ese año.

Y sigo andando…