Premium

Luis Sarrazín: Se fueron debiendo

Avatar del Luis Sarrazín

Hay coimadores que actúan institucional y privadamente exigiendo dinero para pagar los valores que adeuda el IESS

Guillermo Lasso escribió su libro y pienso que debería dejar que la historia juzgue su paso por el poder.

Entre sus incumplimientos me referiré a la situación del IESS, que es verdaderamente caótica.

Dando muestras de necedad, soberbia y egolatría, despreció el consejo dado junto a Xavier Benedetti Roldós (+), indicándole que nombrase al Dr. Marco Proaño Maya, la más grande autoridad en Seguridad Social, con miras a reordenar y reorganizar a dicha institución, y hoy estamos cosechando su obcecación y desprecio al sano consejo que le diéramos.

Los prestadores están en una situación angustiosa al no haber recibido el pago por los servicios prestados a la institución por cerca de 900 millones de dólares y para conocimiento de los lectores repetiré las palabras de Cristian Zamora, del Hospital Municipal de la Mujer y el Niño de Cuenca, clamando por sus derechos, quien está reclamando el pago de 5,5 millones de dólares que el IESS le adeuda y que corresponden a más de un presupuesto anual por concepto de atenciones, deuda que se arrastra desde hace algunos años, pese al ofrecimiento del presidente del Consejo Superior del IESS. Ellos están exigiendo que el pago se haga este mes, so pena de hacer una movilización masiva en busca de lo que se les adeuda.

Sin explicación, el IESS ha externalizado parte de los procesos de auditoría y resulta que la persona encargada fue a pedir coimas para agilitar las auditorías; esto fue denunciado a las autoridades del IESS, incluyendo los chats y los audios que les fueron grabados a los miserables, en los que solicitan las coimas para que fluyan los pagos, todo lo cual ya ha sido entregado a la Fiscalía para su correspondiente trámite.

Hay coimadores que actúan institucional y privadamente exigiendo dinero para pagar los valores que adeuda el IESS. Son sinvergüenzas que crean dificultades para vender facilidades ante el silencio cómplice de las autoridades. Los ciudadanos no comentan estos hechos por miedo a que al hacerlo los pongan en la lista negra y no les paguen sus haberes. ¡Cristian Zamora: valiente denuncia!

Y sigo andando…