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Luis Sarrazín | Hora de pagar (II)

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El Departamento de Parasitología, magníficamente equipado sirvió para la docencia, asistencia e investigación

Continuando con nuestro calvario, referiré la problemática del control de la rabia, toda vez que el INH llegó a elaborar una de las vacunas más potentes del mundo, lo cual fue certificado por el Instituto Pasteur, ¿y ahora?

El Departamento de Virología, equipado con tecnología de punta, puso a punto la vacuna pentavalente: Tosferina, Difteria, Tétanos, Haemophylus y Hepatitis B, que quedó lista para ser elaborada y usada en los programas del Ministerio. Ahora se importa a un precio altamente superior al costo de fabricación en el INH.

La situación de los mordidos de serpiente los obliga a aplicarse una o dos unidades de suero antiofídico y a veces hasta tres, a un costo entre 400 y 600 dólares, sin que sea el apropiado, toda vez que es extraído de reptiles y crótalos originarios de Costa Rica o México; a diferencia de la sola ampolla del suero antiofídico polivalente elaborado en el INH, que contaba con un serpentario nacional completo y que debía inyectarse a un costo de 14 dólares.

Los medicamentos, alimentos, cosméticos, fungicidas y pesticidas eran analizados integralmente en el departamento de Registro Sanitario del INH, lo cual garantizaba la calidad e idoneidad de los productos que consumían los ecuatorianos. Además se hacían controles posregistro para verificar el mantenimiento de las características originales de dichos productos. El procedimiento era integral, como lo hace Brasil, Colombia, Argentina, etc.

El Departamento de Parasitología, magníficamente equipado sirvió para la docencia, asistencia e investigación. Allí se descubrieron vectores y parásitos de importancia, como el Phlebotomus camposi, el Opistorchis guayaquilensis y muchos más.

El Departamento de Tuberculosis ejercía la vigilancia de la enfermedad en el Ecuador, sobre todo en la provincia del Guayas, que tiene la mayor incidencia y prevalencia de la enfermedad. La ausencia del Alfredo J. Valenzuela y la desaparición de los más de veinte laboratorios de vigilancia epidemiológica rompieron el mejor sistema de detección precoz y control de los problemas de salud en el Ecuador.

Y sigo andando…