Luis Sarrazín: Hora de pagar (III)

Estamos seguros de que el presidente Noboa, con su juventud y arrestos, nos devolverá lo robado
La gestión del INH fue importantísima en favor de la salud del Ecuador, con su sede en Guayaquil, la subsede en Quito y con los laboratorios provinciales, todo lo cual integraba una red de extraordinaria seguridad epidemiológica.
El Departamento de Registro Sanitario, manejado de manera austera y acrisolada, por problemas de equipamiento y personal no alcanzaba a veces a satisfacer la demanda de manera ágil; además, los comerciantes inescrupulosos lo combatían, pues querían que se les aprueben productos que muchas veces no reunían los requisitos necesarios para el consumo humano de los mismos.
En derecho las cosas se deshacen como se hacen y respecto del malhadado Decreto 1290 que, siendo ilegal e inconstitucional, partió al INH en dos organismos: la Arcsa y el Inspi, al dejárselo sin efecto, la rehabilitación del INH se iniciaría, integrándolos y denominándolos: INH-Arcsa e INH-Inspi, que tendrían cada uno un director y que estarían bajo la égida del Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical Leopoldo Izquieta Pérez, cuyo director general los organizaría y controlaría desde el punto de vista administrativo-financiero.
No se necesita mayor inteligencia para establecer la cuantiosa pérdida que ha significado para el país la ausencia de esta institución que, a base de trabajo altamente profesional y ejecuciones eminentemente técnico-científicas, se convirtió en un punto de referencia local, nacional e intercontinental.
La maledicencia ha demostrado su fortaleza y vínculos, ya que al matrimoniarse con políticos de muy baja ralea y estatura que ocuparon la presidencia y vicepresidencia de la nación, ha logrado la no rehabilitación de tan importante como valiosa institución.
Estamos seguros de que el presidente Noboa, con su juventud y arrestos, nos devolverá lo robado, dejando insubsistente el maléfico Decreto 1290 y que el ministro de Salud, conocedor de la problemática, pondrá en ejecución el plan de rehabilitación del INH, reuniéndose con sus autores que, a mala hora, se lo entregamos al malvado y mentiroso de Borrero, que se burló de nosotros.
Y sigo andando…