Golda (I)

Luego de vivir cuatro años en un kibutz, se radicaron en Jerusalén, donde ella comenzó su ascenso
Espléndida la presentación cinematográfica intitulada Golda a la que estuvimos invitados y cuyo propósito fue el de recordar o hacer conocer a la audiencia la existencia de esta gran mujer, Golda Meir, que dirigió los destinos de una importante nación -Israel- y que por circunstancias del destino, siendo primera ministra le tocó enfrentar una gravísima situación bélica: la guerra del Yom Kipur en octubre de 1973.
Nacida en Kiev, parte del imperio ruso y actualmente capital de Ucrania, y siendo su padre Moshé, un modesto carpintero, enfrentó una niñez muy triste, llena de penurias y sufrimientos, pues cinco de sus hermanos mayores murieron siendo pequeños, víctimas de la pobreza y las enfermedades.
Su padre, cansado de las actividades antisemitas que afectaban a los judíos europeos, emigró a los Estados Unidos, dejando lamentablemente atrás a su familia, sumida en la miseria, soportando frío y hambre, ingiriendo únicamente ‘Tsipke’, la hermana menor, las migajas que recibían, circunstancias que obligaron a la madre a emigrar a Milwaukee.
Tantas penurias y privaciones templaron su carácter, cuyo cambio enrumbó su vida, haciendo que su propósito fuese el de que “jamás un niño judío tuviese que vivir semejantes experiencias”.
Desde pequeña participaba en casa de su cuñado Korngold en tertulias nocturnas, donde intervenía en grandes debates sobre sionismo, literatura, sufragio femenino, sindicalismo y otros temas, ocupando en su juventud posiciones importantes en el Habonim, que era el movimiento juvenil sionista laborista.
Decepcionada al no haber sido aceptada en la Legión Judía Norteamericana debido a su juventud, continuó luchando tenazmente, contrayendo matrimonio con Morris, para luego trasladarse a Eretz, Israel, en 1921, que se encontraba bajo dominio británico.
Luego de vivir cuatro años en un kibutz, se radicaron en Jerusalén, donde ella comenzó su ascenso, habiendo sido nombrada directora del Consejo de Mujeres Trabajadoras, orientando su vida allá por 1938 hacia dos cuestiones principales: los derechos del trabajador y el auxilio de los refugiados.
Y sigo andando…