Se van (I)

El INH era un Centro de Investigación de altísima jerarquía que tenía reconocimiento no solamente nacional sino internacional
Sin ánimo de calificar su gestión, existen miles de médicos que se lamentan ante la inoperancia e inconsecuencia, tanto del presidente -guayaquileño-, que lo único que debía hacer era dejar insubsistente el Decreto 1290, a todas luces ilegal e inconstitucional, como del vicepresidente, quienes provistos de una máscara hermética, intencionalmente se negaron a ver las grandes necesidades epidemiológicas del Ecuador, y de la manera más indolente, irresponsable, antipatriótica y actuando hipócrita y malévolamente, se negaron a rehabilitar un tesoro científico, el Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical Leopoldo Izquieta Pérez, cuya presencia, funciones y producción, habrían sido de extraordinaria ayuda en varias instancias que se dieron en materia de salud.
Con la desaparición de los 28 laboratorios provinciales se eliminaron los puntos centinela de vigilancia epidemiológica que nos habrían permitido adelantarnos ante las agresiones sufridas.
La unidad de producción de vacunas, que en su momento elaboró una de las vacunas antirrábicas más potentes del mundo, habría podido proveer al MSP por una suma de tres millones de dólares, de las vacunas que se están aplicando a los niños de uno a 12 años de edad, campaña plenamente justificada, que ayuda a tapar la inoperancia por espacio de lustros del MSP en los 15 años anteriores.
El Registro Sanitario, que se realiza de manera documental, ha impedido controlar de forma técnica y adecuada los medicamentos, alimentos, cosméticos, pesticidas y fungicidas que consumen los ecuatorianos.
Los funcionarios no han visto nadar las serpientes y crótalos por los ríos de la costa que van mordiendo a los campesinos que deben usar un suero antiofídico malo, por ser procedente de México o Costa Rica, que no es específico y a un precio altísimo, cuando el elaborado por el INH era el apropiado por ser polivalente y costaba apenas 14 dólares la ampolla.
El INH era un Centro de Investigación de altísima jerarquía que tenía reconocimiento no solamente nacional sino internacional. Su desaparición fue una irreparable pérdida.
Y sigo andando…