Ya se van (III)

Gracias al quemeimportismo y maldad del vicepresidente la corrupción campea impunemente
Casi convencido estoy de que tanto Guillermo Lasso como Alfredo Borrero deben tener algún gen de origen japonés, pues gran parte de sus ejecutorias son como una especie de harakiri, en atención a los resultados obtenidos.
En la segunda campaña nos reunimos Guillermo Lasso y yo, junto a Xavier Benedetti Roldós (+) y entre los puntos que analizamos estuvo el IESS, llegándose a la conclusión de que el Consejo Superior estaba carcomido por intereses creados, que su gestión era caótica y por ende debía ir a ese lugar un ecuatoriano experto en Seguridad Social y con amplia experiencia; y nominamos al Sr. Dr. Marco Proaño Maya. El Sr. Guillermo Lasso se comprometió a nombrarlo como su representante ante dicho Consejo, por cuanto era la única opción salvadora del IESS. Nunca fue nombrado.
En cuanto a salud, ese portafolio que queremos y servimos, ha ido de tumbo en tumbo dada la crítica situación del sector, que no encuentra norte hace lustros.
Tocando solamente lo relacionado a la provisión de fármacos, todavía existen severas carencias, pese a haber presentado al vicepresidente un sistema de compras que habría abastecido en su totalidad al MSP y al IESS con medicamentos de buena calidad y a excelentes precios en cuatro meses. Nada se hizo.
El cierre del Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical Leopoldo Izquieta Pérez eliminó el Registro Sanitario integral por el cual se analizaban los medicamentos, alimentos, cosméticos, fungicidas y pesticidas que pretendían ingresar al país, para ver si realmente su fórmula declarada en la etiqueta era verdadera y eso permitió que se detectasen gravísimas anormalidades.
Ahora que el Registro es documental, se analiza únicamente la documentación que remiten los comerciantes interesados en ingresar productos de diversa índole al país, revisión en la cual se detectan anormalidades tales como enmiendas y falsificaciones incorporadas en la documentación falsa que es presentada con letales consecuentes para los ecuatorianos, en virtud de aquel aforismo que proclama que “el papel aguanta todo”.
Gracias al quemeimportismo y maldad del vicepresidente la corrupción campea impunemente.
Y sigo andando…