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Tristes verdades

Avatar del Luis Sarrazín

Los infantes adecuadamente vacunados por sus pediatras no necesitan las vacunas que se aplicarán en esta campaña anunciada

El Ministerio de Salud Pública (MSP) anuncia una campaña de vacunación contra la rubéola, sarampión y poliomielitis para infantes hasta los 12 años de edad, en atención a una advertencia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que menciona la posibilidad de que pudiera presentarse un brote de estas tres enfermedades, en relación con la severa estación invernal, las condiciones higiénicas de la población y el estado de salud de los grupos de emigrantes que residen en el país.

Esta disposición del MSP es absolutamente técnica y oportuna, pero debemos dejar en claro que ha sido menester tomarla ante la inexistencia de un órgano de salud en el país desde hace 12 años. Nada más trágico que el haber carecido de un Ministerio de Salud que ha sido ejemplo de desorganización, con un anárquico orgánico-funcional y que hizo desaparecer los programas que eran los puntales de salud del país, sin que se sepa a qué se ha dedicado durante tanto tiempo.

El MSP tenía al Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), que era el encargado de proteger a la población infantil aplicándole todas las vacunas que requería de acuerdo con sus edades y que hoy se demuestra que, desde hace 12 años jamás volvió a vacunar, dejando completamente descubierta a toda la infancia del país, a la que volverá a protegerse con esta medida muy oportuna que aplicará el actual ministro de Salud.

Los infantes adecuadamente vacunados por sus pediatras no necesitan las vacunas que se aplicarán en esta campaña anunciada.

Cómo añoramos la existencia del Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical Leopoldo Izquieta Pérez, en cuyas modernas instalaciones bien podrían haberse elaborado todo ese tipo de vacunas, las que habría podido adquirir el MSP a precio de costo.

Los que se fueron, no solamente cargaron con el santo y la limosna, sino que no tuvieron empacho en destruir organizacionalmente al país, reduciendo a escombros muchas de sus estructuras, tan importantes como valiosas para el desarrollo y progreso nacional.

Y sigo andando…