Sobre vacunación
En el Congreso de Pediatría de París en 1964, había a la entrada una guindola que rezaba: “Prohibido aplicar medicamentos experimentales en la infancia”. Premisa que se mantiene hasta la fecha.
La inmadurez del ser humano, presente hasta la edad de 3 años, se va consolidando hasta los 12 años; a partir de entonces, una vez bioestructurado, se desarrolla aumentando en cuanto a peso y talla.
Toda vacuna fija la o las dosis a ser aplicadas; para el COVID 19, fueron 2 dosis para todas y 1 para la de Johnson, y al momento se está sugiriendo algo que no es una tercera dosis, sino un refuerzo.
¿Qué es un refuerzo? Es la administración de una dosis adicional que servirá para reforzar la inmunidad en relación a las dosis aplicadas y que debe ser exactamente igual a las que fueron inyectadas previamente. Es un absurdo inmunológico pretender aplicar el refuerzo con cualquier tipo de vacuna sin considerar que el tipo de virus y el procedimiento de manufactura es diferente entre una vacuna y otra.
Ejemplo: si una persona recibe la primera dosis de la vacuna contra el virus del papiloma humano de la marca SKF, no se le puede inyectar como segunda, una dosis de la vacuna del mismo virus, pero de la marca MS&D.
No existe aprobación de ninguna organización reconocida mundialmente en materia de salud que haya aprobado la dosis de refuerzo en la forma tan anárquica y antitécnica como se la está promoviendo. Tampoco existe autorización para aplicar la vacuna a infantes entre 2 y 11 años de edad.
Andan circulando unos cuadros en idioma inglés donde se indican las opciones para aplicación de la dosis de refuerzo. No se olviden de que eso es propaganda comercial de los fabricantes sin sustento técnico mundial alguno; no tienen por ende ningún valor y no deben ser tomados en consideración.
Los adultos aceptamos “en rebeldía” las 2 dosis de una vacuna EXPERIMENTAL, considerando las razones poblacionales, sociales y la necesidad de ayudar a la reactivación económica país, pero la infancia es sagrada y la voracidad del dinero o la ignorancia no atentarán contra ella.
Y sigo andando…