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Otra vez

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Ante un conato de desorden y frente a los alaridos en pro de la desestabilización, el Gobierno debe actuar con mano férrea

Rebeldía y coraje sentimos los ecuatorianos ante las voces de paro, marchas o desórdenes que provienen del sector indígena que en la reunión en el Ágora de la Casa de la Cultura en Quito ha resuelto reanudar las movilizaciones, cuya experiencia y resultados han sido funestos para el país ante las pérdidas estructurales y económicas que en el pasado atentaron gravemente en contra de la seguridad y estabilidad de la nación.

Luego de aquel abominable desorden causado por la Conaie, Feine y Fenocin se lograron concretar en octubre del 2023, 218 acuerdos entre el Gobierno y los indígenas, que ahora argumentan falazmente que, debido a un incumplimiento en la ejecución de los mismos, se verían obligados a una nueva movilización.

Algo importante de reconocer es que ellos -los indígenas- nunca se han sentido ecuatorianos, ya que cada vez que pueden se enorgullecen proclamando sus nacionalidades, y los problemas en la ejecución de los acuerdos se deben a que solo miran sus intereses, negándose s entender que en la resolución de muchos de ellos intervienen varios organismos e instituciones del Estado que es necesario analizar y conciliar.

La presencia en el grupo subversivo de líderes de tinte fascista con arranques hitlerianos de poder, complica las posibilidades de diálogo o entendimientos, ya que ellos viven a expensas de un mandato talámico que los impulsa de manera fatalista hacia el poder, el cual debe ser alcanzado, no importa el precio.

Ante un conato de desorden y frente a los alaridos en pro de la desestabilización, el Gobierno debe actuar con mano férrea imponiendo la ley y el orden en aras de la paz y la tranquilidad ciudadanas, desoyendo a los plañideros de oficio que defienden los derechos humanos y que siguen convencidos todavía de que vándalos, delincuentes, asesinos o facinerosos pueden ser beneficiarios de tales conquistas.

Los ecuatorianos de verdad y en defensa de una democracia participativa y no sectaria, debemos cerrar filas y apoyando al Gobierno, permitirle que concluya el período para el que fuera elegido. ¡Paredón a los conspiradores!

Y sigo andando…