Luis Villacrés: Campo 43

Es un grave error pretender cerrarlo, dejar de operar el ITT. Fue una decisión equivocada del TC, una pregunta innecesaria del referéndum y peor pedirle al público que se pronuncie sobre un tema que no conoce lo suficiente.

Esa decisión ya se tomó oportunamente, cuando el presidente Correa consideró todas las posibilidades, cuando decidió abandonar la iniciativa de dejar el petróleo bajo tierra y autorizó explotar esos campos. Hoy es extemporáneo cerrar su producción en plena explotación, cuando recién está en los primeros años de producción. Los campos petroleros se cierran solo cuando cumplen su vida útil o los pozos colapsan por razones técnicas. En este caso, ninguna de las dos causales se ha producido y el campo tiene mínimo 20 años más para ser debidamente explotado.

El campo petrolero 43 está en plena producción, junto a la frontera con Perú, abandonarlo sería regalar su producción al país vecino; su operación no perjudica al medio ambiente, no contamina, menos a los escasos habitantes de la región, que viven alejados y diseminados. En otras palabras, es un argumento falso pretender cerrar el campo por razones medioambientales, que no existen, que nunca representaron un riesgo, ni una amenaza para nadie.

Cerrar el campo implica costos superiores a 1.650 millones de dólares, que el país no los tiene, que no son fáciles de conseguir y menos para implementar una decisión equivocada. Representa retirar 27 mil toneladas de equipos y materiales desde un lugar muy remoto, equivalente a trasladar 600 mil m3 o el volumen de dos estadios olímpicos. Se dejarían abandonados 280 millones de barriles de reservas de petróleo ya probadas y perder 18 mil millones de dólares de ingresos que se dejarían de percibir.

Adicionalmente a lo mencionado, habrá que asumir como pérdidas irrecuperables para el país, toda la inversión de desarrollar y construir los campos que hoy se pretenden cerrar. Fue un grave error preguntar y mucho más ahora, proceder a hacerlo. Es materia juzgada, el país necesita esos recursos y el campo 43 debe seguirse explotando. El Gobierno debe concluir que no es viable, que no disponemos de esos recursos, ni cómo cumplir esa equivocada decisión.