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Luis Villacrés Smith | Híbridos

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En Ecuador no hay producción real de vehículos, con excepción de las supuestas ensambladoras

Se ha producido una discusión y controversia, dado que se ha anunciado una pretendida revisión de aranceles para los vehículos híbridos, con base en la idea de que existen diferentes categorías, aduciendo que algunos no son verdaderamente híbridos. Es como decir que una mujer puede estar un poquito o menos embarazada; se está o no embarazada.

Igual, los carros son o no son híbridos. Distinto considerar que unos tengan mayor o menor capacidad en sus baterías para la acumulación de carga; si son enchufables y puedan cargar más o menos energía y tener una autonomía de mayor o menor recorrido con propulsión eléctrica. Los vehículos eléctricos, entre ellos los híbridos, combinan la propulsión eléctrica con la térmica, con electricidad o combustión, lo que les permite disminuir el uso de combustibles fósiles y se contamina menos.

Los híbridos no recargables utilizan solo la propia energía que generan, la que les produce la inercia o el frenado regenerativo, en la medida que el vehículo reduce su velocidad y recargan su batería. Los dos tipos, enchufables o no, contaminan poco, ahorran y son mucho más beneficiosos, al utilizar menos combustibles no renovables, diésel o gasolina.

El objetivo de todo gobierno debería ser promover, incentivar un mayor uso de vehículos híbridos, para beneficiar al público en general y premiar a los usuarios, que están dispuestos a pagar un precio más alto por la compra de estos, que traen implícito mayor tecnología, ahorro de combustible y menor contaminación; por ello es justo que el gobierno los premie, reduciéndoles los aranceles e impuestos, incluso de circulación.

Plantear una política al revés sería muy equivocado, contra la imperiosa necesidad de conservación y la tendencia mundial de encontrar formas de menor contaminación y reducción de emisiones de CO2. En Ecuador no hay producción real de vehículos, con excepción de las supuestas ensambladoras; por tanto, no hay razón para aplicar mayores aranceles, ni perjudicar a los compradores con mayores precios o impuestos más altos.

Al contrario, debe promoverse y premiarse a quienes opten por el uso de vehículos de esta nueva tecnología, mientras sean híbridos o eléctricos.