Nuestros indígenas
Nosotros somos cultura mestiza e híbrida, elemento positivo para avanzar en la dirección correcta
Con la agudeza, pertinencia y vasta cultura que caracteriza a la Ab. Katia Murrieta, el 16 de agosto presentó su libro Quinientos años; reflexión indispensable, desde siempre, y sobre todo después del paro que afectó a todo el país, supuestamente liderado por indígenas. Las opiniones están divididas.
Ella expresa: “Más de cinco siglos después del descubrimiento no podemos afirmar, de ningún modo, que ha habido un progreso, menos un desarrollo sostenido en escolaridad, vivienda y salud de los pueblos indígenas”. “… son las mismas necesidades básicas insatisfechas que se comparten con el resto de las clases populares de escasos recursos económicos del país, como se señala en estudios realizados al respecto. Todavía existe una gran mayoría viviendo en casas de adobe muy precarias; indias maltratadas por sus parejas, indios presas del alcohol, más dedicados a actividades del agro que a otra cosa; niños desnutridos, en un 39 %, lo cual es una cifra pavorosa, y con un promedio de escolaridad, según el INEC, de 7,2 años para el estudio de primaria y secundaria, lo que hace que mantengan una situación económico-social que no se compadece, de ninguna manera, con lo que merecen como ciudadanos del mundo actual”.
No ha habido procesos de colonización/conquista sin explotación, racismo, crueldad y muerte. La autora de Quinientos años lamenta que estos fenómenos se reproduzcan en nuestros días. Observa un sometimiento a integrantes de pueblos indígenas por parte de líderes que, a través de engaños, levantan sus plataformas electorales.
En América nunca se dio el encuentro de dos mundos, pero no negamos herencias culturales de valor y grandes actos de solidaridad por parte de colonizadores como Fray Bartolomé de las Casas. Problemática compleja y que no admite dilación en América, incluyendo Canadá. Hay nuevos enfoques generando intervenciones constructivas al respecto y condiciones como la de los nativos en Australia y Nueva Zelanda, lejos de la perfección, pero sí con elementos interesantes para considerar.
Nosotros somos cultura mestiza e híbrida, elemento positivo para avanzar en la dirección correcta.